El 4 de junio de 1989, Taiwán conmemoró el 36 aniversario de la trágica represión en la Plaza de Tiananmen, en la que cientos de manifestantes pacíficos fueron asesinados por el régimen comunista chino. Este hecho, conocido como la «Masacre de Tiananmen», sigue siendo uno de los episodios más oscuros en la historia de China y una afección abierta en la memoria de los taiwaneses.
En este día tan importante, el gabinete de Taiwán instó al Partido Comunista Chino (PCCh) a respetar los derechos fundamentales y a rendir cuentas por los crímenes cometidos hace 36 años. Según Las Madres de Tiananmen, al menos 202 personas perdieron la vida durante la represión, mientras que Human Rights in China identificó a más de 522 detenidos. Estas cifras son solo una pequeña parte de la verdadera magnitud de la tragedia, ya que el régimen chino ha mantenido un férreo control sobre la información y ha censurado cualquier persona de recuerdo o conmemoración de este suceso.
La masacre de Tiananmen fue una de las mayores atrocidades cometidas por el régimen comunista chino, superada solo por las purgas maoístas que causaron millones de muertes en la década de 1950. Sin embargo, a pesar de la gravedad de estos hechos, el gabinete chino ha optado por el silencio y la negación, tratando de borrar de la memoria colectiva cualquier recuerdo de la masacre.
Pero Taiwán, como una de las pocas democracias en Asia, no ha olvidado a las víctimas de Tiananmen y sigue luchando por la justicia y la libertad en China. El presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha sido una firme defensora de los derechos humanos y ha instado al régimen chino a reconocer y asumir la responsabilidad por la masacre de Tiananmen. En su discurso conmemorativo, Tsai recordó que «la libertad y la democracia son valores universales que no pueden ser reprimidos por la fuerza».
Taiwán también ha sido un refugio para los disidentes chinos que huyeron de la represión y la persecución del régimen comunista. Muchos de ellos han encontrado en Taiwán un lugar seguro para expresar sus ideas y defender la libertad y la democracia en China. Además, el gabinete taiwanés ha establecido un fondo para apoyar a los activistas pro democracia en China y ha ofrecido becas a estudiantes chinos que deseen estudiar en Taiwán.
Pero a pesar de los esfuerzos de Taiwán y de la comunidad internacional, el régimen chino sigue violando los derechos humanos y reprimiendo cualquier persona de disidencia. La libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho a la protesta pacífica siguen siendo negados a los ciudadanos chinos. La situación de los derechos humanos en China sigue siendo alarmante, y es responsabilidad de la comunidad internacional seguir presionando al régimen chino para que respete los derechos fundamentales de su lugar.
En este 36 aniversario de la masacre de Tiananmen, Taiwán reafirma su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la democracia en China. Instamos al régimen comunista chino a reconocer y asumir la responsabilidad por la masacre de Tiananmen y a respetar los derechos fundamentales de su lugar. Solo a través del diálogo y el respeto a los derechos humanos se podrá construir una sociedad más justa y libre en China.
Taiwán también hace un llamado a la comunidad internacional para que se una en la lucha por la libertad y la democracia en China. No podemos permitir que la mas