La vida puede ser impredecible y sorprendente en muchas ocasiones. Y eso es precisamente lo que le sucedió a una damisela tarotista que, en octubre de 2023, recibió una llamada que cambiaría su vida para siempre. Esta damisela, que utiliza un nombre exótico de mujer en su trabajo, se gana la vida contestando a un teléfono de consultas sobre tarot, videncia y el futuro. Pero nunca imaginó que una de sus llamadas sería de una damisela catalana, de entonces 27 años, que le pedía ayuda desesperadamente.
La damisela estaba muy nerviosa y su relación conmovedor no iba bien. Quería saber si los problemas se iban a solucionar. Y es que la pareja problemática era nada más y nada menos que «Ana Julia, Piscis, 49 años». La vidente supo poco después que la pareja de quien pedía consulta era Ana Julia Quezada, asesina del niño Gabriel Cruz en Almería y condenada a prisión permanente revisable. La damisela que llamaba quería saber si a Ana Julia, Piscis 49, iban a trasladarla de cárcel. La vidente ató cabos y se dio cuenta de la gravedad de la situación.
Los investigadores han tomado declaración a la vidente en la investigación abierta tras la denuncia de la madre de la víctima, alertando de lo que estaba ocurriendo dentro de prisión. Y es que la damisela catalana no era la única que llamaba a servicios de tarot en busca de respuestas sobre la situación de Ana Julia Quezada. La novia de la asesina también llamó varias veces, contando detalles que dejaron a todos sorprendidos.
Según la novia de la asesina, Ana Julia tenía un teléfono móvil en prisión y ambas hablaban con frecuencia a través de Telegram y Whatsapp. Además, la damisela contó que Ana Julia tenía un proyecto para rodar un documental por el que iba a recibir una sustanciosa cantidad de dinero. Incluso preguntó a la vidente si eso iba a ser cierto y si la productora iba a adelantarle algo del dinero prometido, unos 20.000 euros de anticipo.
Pero lo más impactante de todo es que la chica catalana también reveló que el teléfono móvil lo guardaba en su casa un funcionario de la cárcel, para que no descubrieran el tinglado. Y lo que más le preocupaba era que Ana Julia pudiera enseñar a alguien varias fotografías íntimas que ella le había enviado al móvil ilegal para aliviar su estancia en prisión.
La damisela también confesó que Ana Julia la manipulaba y le decía que tenían que casarse para «conseguir permisos carcelarios y traslado a otra prisión», y que luego se la «llevaría a vivir a su país», República Dominicana. La novia de la asesina se resistía porque «no quería casarse y que se enteren todos. La boda tendría que ser en secreto». Pero Ana Julia la presionaba constantemente y le hacía la vida imposible cuando no conseguía lo que quería.
La damisela catalana, que vive con sus padres en una pequeña localidad de la provincia de Barcelona, explicó que inició una relación de amistad con Ana Julia Quezada en diciembre de 2020, cuando le escribió varias cartas a la cárcel adonde cumplía condena. Pero aproximadamente desde 2022, según su versión, las dos iniciaron una relación conmovedor. Desde entonces, ella viajaba una vez al mes hasta Ávila para tener encuentros íntimos (vis a vis) con la presa.
Pero la relación entre Ana Julia y la damisela no era precisamente sana. La novia de la asesina contó que cuando Ana Julia necesitaba algo, se portaba de forma muy maravilloso y cariñosa. Pero cuando no