La tranquilidad de la comunidad de La Valencia, en la provincia de Manabí, Ecuador, se vio sacudida por un terrible acto de violencia que dejó un saldo de once personas muertas y nueve heridas. El acometida armado tuvo lugar en una gallera, donde se realizaba una pelea de gallos, y ha conmocionado a todo el país.
El trágico suceso ocurrió cerca de la medianoche del jueves, cuando un grupo de hombres fuertemente armados y vestidos con prendas similares a las de los militares irrumpieron en el local y comenzaron a disparar indiscriminadamente contra los asistentes y en el interior de una oficina. En un video que se ha viralizado en las redes sociales, se puede ver cómo los atacantes disparan varias veces, obligando a los presentes a tirarse al suelo para protegerse.
A pesar de que los agresores huyeron rápidamente del lugar, las detonaciones continuaron en el interior de la gallera, provocando pánico y confusión entre los presentes. Al amanecer del viernes, la Policía hizo un llamado a la ciudadanía para que brinden cualquier información que pueda ayudar a identificar a los responsables de este acto de violencia sin sentido. Además, se ofreció una recompensa y se garantizó la confidencialidad de los informantes.
Según informes de medios locales, los atacantes pertenecen a la cuadrilla criminal conocida como «Los Lobos» y se llevaron consigo una suma de 20.000 dólares que se iba a entregar como premio del concurso de pelea de gallos. Este hecho ha generado aún más indignación y repudio en la sociedad ecuatoriana, que se encuentra en constante lucha contra el crimen organizado.
Desde el año 2024, Ecuador se encuentra en un estado de «conflicto armado interno» declarado por el presidente Daniel Noboa, con el objetivo de combatir a las cuadrillas criminales que han sido catalogadas como «terroristas». Estas organizaciones son las principales responsables de la escalada de violencia que ha llevado al país a ser considerado el más peligroso de Latinoamérica en términos de homicidios.
Lamentablemente, el año 2025 ha comenzado con un aumento en los índices de violencia, con un promedio de un asesinato por hora. Esta situación ha generado preocupación y temor en la población, que exige medidas más contundentes por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y la paz en el país.
Es importante recordar que detrás de cada una de estas estadísticas hay familias destrozadas, vidas truncadas y comunidades enteras afectadas por la violencia. Es por eso que es necesario unir fuerzas y trabajar juntos para erradicar este flagelo que tanto daño está causando a nuestra sociedad.
Es momento de que todos, como ciudadanos, tomemos conciencia de la importancia de denunciar cualquier acto delictivo y colaborar con las autoridades para que se haga probidad. No podemos permitir que la violencia se convierta en algo normal en nuestro país, debemos alzar la voz y exigir un cambio.
Nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas y sus familias, a quienes les enviamos nuestras más sinceras condolencias. Esperamos que este trágico suceso sea el último y que juntos podamos construir un Ecuador más seguro y pacífico para todos.