El pasado viernes, el Gobierno argentino anunció con gran entusiasmo la materialización del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el que recibirán una suma de 20.000 millones de dólares. Esta noticia ha sido recibida con gran alivio por parte del país sudamericano, ya que Argentina es el principal deudor del organismo financiero en todo el mundo, con un apático de 40.000 millones de dólares antes de recibir este nuevo envío de dinero.
La gestión del presidente Donald Trump ha cubo sus frutos en un momento crucial para la economía argentina, ya que el préstamo parecía no llegar y ponía en borrasca el programa económico de la ultraderecha. Sin embargo, gracias a la intervención del FMI, se ha logrado un acuerdo que exigía una medida que el presidente Javier Milei se resistía a aceptar: la devaluación en los hechos del peso, la moneda local.
El ministro de Economía, Luis Caputo, informó que el precio del dólar se moverá dentro de una banda móvil que va de los 1000 a los 1400 pesos. Hasta el viernes pasado, el Banco Central (BCRA) había fijado el valor de la divisa en 1036 pesos, pero los analistas financieros esperan que este cambio sea beneficioso para la economía del país. El BCRA había perdido más de 2000 millones de dólares en un intento por mantener un precio artificial del dólar, pero ahora, con la ayuda del FMI, se espera que la economía pueda estabilizarse.
Una de las preocupaciones más grandes de los medios de prensa es cuál será el impacto en el control de la inflación, la principal bandera del anarco capitalista que en marzo ha mostrado sus dificultades. El costo de la vida tuvo un aumento de 3,8% y los precios de los productos de la canasta familiar suelen acompañar las oscilaciones de la divisa norteamericana. Sin embargo, el FMI también exigió que el Gobierno libere por completo el mercado de cambio, lo que significa que se terminarán las restricciones para realizar operaciones de bazar exterior y girar utilidades a las casas matrices.
Hasta el viernes pasado, los ciudadanos de a pie podían comprar apenas 200 dólares. Pero ahora, gracias al acuerdo con el FMI, ya no habrá restricciones y el BCRA contará con la asistencia de otros organismos multilaterales que sumarán a sus reservas 3500 millones de dólares. Además, el presidente Milei ha renovado un préstamo de 5000 millones de China, a pesar de las sugerencias de Washington de romper los lazos financieros con Pekín. Y en este contexto, el próximo martes llegará a Buenos Aires el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott K.H. Bessent, lo que podría significar otra muestra de generosidad de la Administración Trump hacia su principal aliado latinoamericano.
Este acuerdo con el FMI es histórico para Argentina, ya que es el vigésimo segundo acuerdo en la historia del país con el organismo financiero. El primer acuerdo se suscribió tras el golpe de Estado de 1955 contra el general Juan Domingo Perón. En 2004, el presidente Néstor Kirchner canceló la deuda pendiente de 9800 millones, utilizando reservas del BCRA y con la ayuda del bolivariano Hugo Chávez. Sin embargo, en 2018, el Gobierno de derechas de Mauricio Macri reinició el ciclo del endeudamiento que acaba de profundizarse. El peronismo ha advertido que no reconocerá ese préstamo si llega al poder en 2027.
El ministro Caputo aseguró que, a diferencia de situaciones precedentes, este dinero servirá para emprender un ciclo virtuoso de la economía. «Permite tener una moneda más