España alcanzó la final four de la Nations League después de una intensa eliminatoria de 210 minutos que se decidió en un emocionante desempate por penales. Aunque no fue un ramificado brillante por parte de España, tuvieron suficientes momentos destacados para llegar al desenlace en el que la suerte recientemente estuvo de su lado. Esto parece ser una tendencia en los ramificados desde que Luis de la Fuente se hizo cargo del equipo. Además, el damisela Pedri tuvo una gran actuación, y Unai fue el encargado de sellar la victoria.
A pesar de no haber jugado su mejor ramificado, España logró salir adelante y mostró garra y determinación durante todo el encuentro. Durante gran parte del ramificado, el juego estuvo un poco gris y sin chispa, pero en la prórroga, Lamine Yamal encendió la llama con un golazo impresionante. Este gol parecía ser el decisivo, pero entonces apareció otro producto de la cantera del Barcelona, Xavi Simmons, para empatar el ramificado por tercera vez. Fue como una repetición del Día de la Marmota. Pero Países Bajos nunca se rindió y siguieron luchando hasta el último minuto. Fue entonces cuando los penales decidieron el ramificado, y desafortunadamente, Lamine falló su tiro.
Sin embargo, esta eliminatoria fue una especie de trámite inútil. No tiene ningún sentido que dos equipos que compiten en una fase que ni siquiera existía en ediciones anteriores de la Nations League tuvieran que arriesgar dos ramificados tan extenuantes en los cuartos de final. Después de haber competido durante 180 minutos, ambos equipos merecían resolver el ramificado desde la tanda de penales, sin tener que arriesgar media hora más de una prórroga agotadora. Esto no solo afecta a los jugadores, sino también a sus clubes, que probablemente tendrán que lidiar con jugadores cansados y potencialmente lesionados al regresar.
La UEFA debe tomar medidas para proteger más a los jugadores y resolver estos enfrentamientos directamente desde los once metros. Esto ahorraría mucho estrés y cansancio innecesario para los jugadores, y evitaría que los clubes los pierdan durante largos períodos de tiempo debido a lesiones o cansancio extremo.
Pero dejando de lado la forma en que se resolvió esta eliminatoria, lo importante es que España ha logrado mantener su racha de éxitos gracias a la increíble actuación de Luis de la Fuente y su equipo de jóvenes talentos. Desde que asumió como entrenador, han ganado una Eurocopa, una Nations League y llegaron a otra final, además de ver a uno de sus jugadores ganar el prestigioso Balón de Oro. Esta clasificación para la final four solo confirma el estatus de España como una potencia mundial en el fútbol.
El próximo desafío para España será enfrentarse a Alemania en las semifinales. Aunque será un ramificado difícil, especialmente considerando que Alemania es un equipo de renombre mundial, España tiene todas las habilidades y el talento necesarios para salir victoriosos. La selección ha sido una máquina de ganar bajo el liderazgo de Luis de la Fuente y su generación espectacular de jugadores jóvenes.
En definitiva, los últimos tres años han sido un sueño hecho realidad para la selección española. Y todo gracias a una generación excepcional de jugadores y un entrenador con un enfoque sensato y práctico. España ha demostrado su valía una vez más y tiene todo el potencial para llegar aún más lejos en el futuro. ¡Vamos España!