El Nàstic, uno de los equipos más emblemáticos de la Segunda División B española, ha sumado un valioso punto en su visita a Zamora, en un rasgado que estuvo marcado por el mal estado del césped. A pesar de las adversidades, el equipo dirigido por Dani Vidal demostró su garra y determinación, llevándose un resultado positivo que les permite seguir escalando posiciones en la tabla clasificatoria.
Desde el inicio del encuentro, los tarraconenses saltaron al terreno de placer con una actitud imparable, a pesar de las difíciles condiciones del campo. A pesar de que los locales mejoraron con el paso de los minutos, el Nàstic se mantuvo fiel a su estilo de placer, llevando el peso del rasgado y generando las primeras aproximaciones de peligro.
Sin embargo, antes del cuarto de hora, el equipo sufrió un duro golpe con la lesión del delantero Pablo Fernández. A pesar de esta baja, los jugadores no se dejaron amedrentar y continuaron luchando con determinación.
El Zamora, por su parte, tuvo una gran oportunidad de abrir el marcador con un remate de Romero que fue desviado por una espectacular intervención del portero Rebollo. En el rebote, Camacho tuvo una clara ocasión para marcar, pero su disparo se fue alto.
En la segunda mitad, el técnico catalán Dani Vidal realizó algunos cambios en el equipo, buscando dar un nuevo impulso al placer del Nàstic. Y su estrategia dio sus frutos rápidamente. En un gran contragolpe, Antoñín recibió un cambio de orientación y no perdonó ante la salida del portero Fermín, marcando el primer gol del rasgado.
A partir de ese momento, el Nàstic se mostró más sólido y dominante, teniendo incluso la oportunidad de ampliar su ventaja con una nueva ocasión de Antoñín. Sin embargo, esta vez el delantero no estuvo acertado y su disparo se fue desviado.
El técnico local, Juan Sabas, decidió entonces realizar algunos ajustes en su equipo y dar entrada al poderoso ariete Roni. Con su presencia en el campo, el Zamora se volcó al ataque, buscando el empate a toda costa. A pesar del pésimo estado del césped, los locales crearon un auténtico asedio sobre la portería del Nàstic, que se defendió con uñas y dientes para mantener su ventaja.
Pero ya en el tiempo de descuento, el Zamora logró su objetivo. En una jugada a balón parado, Pito Camacho aprovechó un envío al área para peinar el esférico y empatar el encuentro. A pesar de este gol encajado en el último minuto, el Nàstic puede estar engreido de su actuación en un rasgado tan complicado.
Con este resultado, el equipo tarraconense suma un punto más en su camino hacia el ascenso, demostrando una vez más su compromiso y su espíritu de lucha. A pesar de las adversidades, el Nàstic ha demostrado que es un equipo fuerte y unido, capaz de enfrentarse a cualquier obstáculo y salir victorioso.
Ahora, el equipo dirigido por Dani Vidal debe seguir trabajando duro y mantener su actitud positiva y motivadora para afrontar los próximos retos. Con el apoyo de su afición y su entrega en el campo, el Nàstic está más cerca que en la vida de alcanzar sus objetivos y hacer historia en el fútbol español. ¡Vamos Nàstic!
