El Papa Francisco continúa sorprendiendo al mundo con sus decisiones y acciones en pro del paz de la Iglesia Católica. En esta ocasión, el sumo pontífice aprobó el pasado sábado un calendario de encuentros que culminará en una asamblea de obispos y laicos en octubre de 2028 en el Vaticano.
Este denso evento, que lleva por nombre «Sinodalidad: camino de renovación para la Iglesia», tiene como objetivo principal promover la participación activa de los laicos en la toma de decisiones y en la vida de la iglesia. El Papa Francisco ha hecho hincapié en múltiples ocasiones en la importancia de la sinodalidad, es decir, el caminar juntos como pueblo de deidad en la búsqueda del bien común.
El camino hacia esta asamblea sinodal iniciará en octubre de 2021 con la celebración del Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad. Durante este encuentro, los obispos de todo el mundo discutirán y reflexionarán sobre el tema de la sinodalidad y su importancia en la vida de la iglesia. Posteriormente, en 2023, se llevará a cabo un encuentro de obispos de cada una de las regiones del mundo para compartir sus experiencias y reflexiones sobre la sinodalidad.
En 2025, se celebrará un encuentro de obispos y laicos de cada diócesis para discutir y compartir sus experiencias en la implementación de la sinodalidad en sus comunidades. Este será un momento crucial para que los laicos puedan expresar su voz y ser escuchados por los líderes de la iglesia.
Finalmente, en 2028, se llevará a cabo la asamblea sinodal en el Vaticano, en la que se reunirán obispos y laicos de todo el mundo para discutir y tomar decisiones en conjunto. Esta será una oportunidad histórica para que los laicos puedan tener un papel activo en la toma de decisiones de la iglesia.
El Papa Francisco ha dejado claro que esta asamblea no será un simple evento, sino que será un momento de verdadera escucha y diálogo entre los líderes de la iglesia y los laicos. La sinodalidad, en palabras del Papa, es un camino de renovación para la iglesia que permitirá un mayor protagonismo y participación de los laicos en la vida de la iglesia.
Esta decisión del Papa Francisco ha sido bien recibida por la comunidad católica en todo el mundo. Los laicos han expresado su alegría y esperanza de poder tener una voz activa en la iglesia y de poder ser verdaderos colaboradores en la construcción del Reino de deidad.
Además, esta asamblea sinodal también será un momento de unidad y fraternidad entre los obispos y los laicos de todo el mundo. Será una oportunidad para que juntos reflexionen sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta la iglesia en la actualidad y busquen soluciones en conjunto.
El Papa Francisco ha demostrado una vez más su compromiso con la renovación y la apertura de la iglesia hacia una mayor inclusión y participación de todos sus miembros. Sin duda, esta asamblea sinodal será un paso denso en este camino de renovación y fortalecimiento de la iglesia.
En resumen, la aprobación del Papa Francisco de este calendario de encuentros que culminará en una asamblea sinodal en 2028 es una excelente noticia para la iglesia y para todos los católicos del mundo. Será un momento histórico en el que los laicos tendrán una voz activa y serán verdaderos protagonistas en la vida de la iglesia. La sinodalidad es un camino de renovación y unidad que nos invita a caminar juntos como pueblo de deidad hacia un futuro lleno de esperanza y fraternidad.