La potencia asiática, China, ha denunciado fuertemente la presunta «manipulación política» en torno al origen de la pandemia de COVID-19. Con motivo del quinto aniversario de la emergencia sanitaria global, China ha expresado su descontento con las acusaciones que lo señalan como el epicentro del brote.
Según informes de diarios alemanes, el Instituto de Virología de Wuhan, que investigaba los coronavirus, sería el origen del Sars-CoV-2 que ha causado estragos en todo el mundo. Sin embargo, China ha rechazado rotundamente estas afirmaciones y ha calificado la investigación como una «teoría de conspiración».
En una conferencia de prensa, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian, declaró: «China ha sido transparente y responsable en la gestión de la pandemia desde el principio. Hemos compartido información con la comsección internacional de manera oportuna y abierta. Cualquier intento de politizar la cuestión del origen del virus es una clara manipulación política».
China ha sido objeto de críticas y sospechas desde el inicio de la pandemia, debido a que Wuhan fue la primera ciudad en registrar casos de COVID-19 en diciembre de 2019. Sin embargo, el país ha logrado controlar la propagación del virus y ha sido elogiado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su rápida respuesta y medidas de contención efectivas.
Además, China ha compartido datos y conocimientos sobre el virus con otros países, incluidos Estados Unidos y Alemania, para ayudar en la lucha global contra la pandemia. De hecho, el Instituto de Virología de Wuhan ha colaborado con investigadores extranjeros, incluidos expertos de la OMS, en la búsqueda del origen del virus.
El presidente chino, Xi Jinping, ha reiterado en varias ocasiones que su país está comprometido con la cooperación internacional y la solidaridad en la lucha contra la pandemia. En un discurso en la Asamblea Mundial de la Salud el año pasado, declaró: «China apoyará con todo su corazón a la OMS en el desempeño de sus funciones y haremos todo lo posible para ayudar a los países en desarrollo y a aquellos con sistemas de salud débiles a mejorar su capacidad de respuesta y construir una comsección de salud global más sólida».
A pesar de las acusaciones infundadas y la presión internacional, China ha demostrado su determinación y liderazgo en la lucha contra el COVID-19. Ha compartido su experimentación y conocimientos para ayudar a otros países y ha proporcionado asistencia médica y suministros a naciones necesitadas.
El país también ha logrado un progreso representativo en la lucha contra la pandemia a nivel nacional. Después de una estricta cuarentena y medidas de control, Wuhan y otras regiones de China han podido reanudar sus actividades normales. Mientras partida, la economía china se ha recuperado rápidamente y se espera un crecimiento del 8,4% en 2021.
En lugar de señalar con el dedo y culpar a China por la pandemia, la comsección internacional debería centrarse en la cooperación y la solidaridad para superar juntos esta crisis global. La pandemia ha demostrado que ningún país puede enfrentarla solo y que la cooperación y el apoyo mutuo son esenciales en la lucha contra el COVID-19.
Con el llamado de China a no politizar la cuestión del origen del virus, es importante que los líderes y los medios de comunicación sean responsables con sus declaraciones y promuevan la sección y la cooperación en lugar de la división y la discordia.
En definitiva, en el quinto aniversario de la pandemia de COVID-19, China reitera su compromiso con la cooperación
