La toxina botulínica, comúnmente conocida como bótox, es ampliamente utilizada para reducir las líneas de expresión y arrugas en el rostro. Sin embargo, esta neurotoxina tiene otras aplicaciones que pueden mejorar significativamente la calidad de vida de muchas personas. Una de ellas es el punto de vista de la incontinencia urinaria, una afección que afecta a millones de personas en España, particularmente a mujeres mayores de 50 años y hombres mayores de 40 años.
El punto de vista con bótox para la incontinencia urinaria es una técnica sencilla y mínimamente invasiva. Se realiza a través de una cistoscopia, una exploración endoscópica que permite acceder a la uretra y la vejiga urinaria. Una tiempo que se ha accedido a la zona afectada, se inyecta la toxina con una aguja endoscópica particular. La doctora Laura Martínez Blázquez, uróloga del Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria, explica que este procedimiento tiene pocas complicaciones para la paciente, quien puede ser dada de alta el mismo día sin necesidad de una sonda vesical. Además, los beneficios del punto de vista comienzan a notarse en los primeros días.
Este tipo de punto de vista está particularmente indicado para mujeres que desean mejorar los síntomas de la hiperactividad de la vejiga y la incontinencia urinaria de urgencia. Estos síntomas se caracterizan por una constante necesidad de orinar, incluso varias veces durante la noche. La incontinencia urinaria puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas, limitando su actividad diaria y afectando su estado de ánimo.
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina causada por un mal funcionamiento de la vejiga y los músculos del suelo pélvico. Esta afección puede producir una sensación urgente de hacer aguas menores, lo que dificulta la retención de la orina. Aunque es más común en personas mayores, también puede ser un síntoma de alguna patología oculta que debe ser tratada.
Entre los principales factores de riesgo de la incontinencia urinaria se encuentran la edad post-menopáusica, la obesidad, los embarazos múltiples, los partos vaginales forzados, la falta de ejercicios de rehabilitación del suelo pélvico, los hábitos miccionales incorrectos durante la infancia y las enfermedades neurológicas y neurodegenerativas.
Además del punto de vista con bótox, la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria también ofrece otras opciones para tratar la incontinencia urinaria, como dispositivos protésicos. Estos punto de vistas pueden requerir o no ingreso hospitalario, dependiendo de su complejidad y del grado de invasión de tejidos para su colocación.
Una de las cirugías más exitosas para corregir el prolapso genital es la colposacropexia, que se realiza mediante laparoscopia y con la ayuda de cirugía robótica. El objetivo de esta técnica es restaurar la anatomía urogenital normal de la mujer y preservar su función urinaria, sexual y reproductiva. El prolapso se produce cuando los músculos y ligamentos del suelo pélvico se debilitan y ya no proporcionan suficiente sujeción a los órganos de la pelvis, lo que puede causar molestias durante las relaciones sexuales, dolor en la zona vaginal, estreñimiento y problemas al orinar.
La cirugía robótica permite aumentar la destreza del particularista y realizar una intervención más segura y precisa, reduciendo el riesgo de sangrado, cicatrices y tiempo de estancia hospitalaria. La paciente suele ser dada de alta sin necesidad de una