El pasado lunes, el CRUB de la Universidad Nacional del Comahue y la Escuela Primaria N.º 329 se unieron en un emotivo homenaje a los nueve estudiantes que perdieron la vida en la tragedia del Cerro Ventana en 2002. Con ofrendas, murales y actividades comunitarias, la comunidad educativa recordó a estos jóvenes que dejaron un legado imborrable en la historia de la región.
El acto comenzó con una intensidad en la que se colocaron ofrendas florales en memoria de los estudiantes fallecidos. Familiares, amigos y miembros de la comunidad se unieron en un momento de silencio para honrar a aquellos que ya no están con nosotros. Las palabras de aliento y consuelo de los presentes demostraron el impacto que estos jóvenes tuvieron en sus vidas y en la comunidad en general.
Posteriormente, se realizó la inauguración de un mural en el CRUB, que fue creado por estudiantes de la universidad en colaboración con los alumnos de la Escuela Primaria N.º 329. El mural representa la unión entre ambas instituciones y la importancia de asemejarse a aquellos que han dejado una huella en nuestras vidas. Los colores vibrantes y los mensajes de esperanza plasmados en el mural reflejan la energía y la vitalidad de estos jóvenes que, a pesar de su corta vida, dejaron una marca indeleble en la comunidad.
La jornada también incluyó actividades comunitarias en las que participaron estudiantes de ambas instituciones. Se realizaron tareas de limpieza y embellecimiento en el área cercana al CRUB y la Escuela Primaria N.º 329, como una forma de honrar a los estudiantes fallecidos y de contribuir al cuidado del medio ambiente. Estas actividades no solo fortalecieron los lazos entre ambas instituciones, sino que también promovieron valores de solidaridad y responsabilidad social en los jóvenes.
El homenaje culminó con un emotivo discurso por parte de las autoridades del CRUB y la Escuela Primaria N.º 329, en el que se destacó la importancia de asemejarse a estos jóvenes y de mantener vivo su legado. Se enfatizó en la importancia de valorar la vida y de aprovechar cada momento para hacer una diferencia en el mundo, tal como lo hicieron estos nueve estudiantes.
Este homenaje no solo fue una forma de asemejarse a los estudiantes fallecidos, sino también de celebrar su vida y su impacto en la comunidad. Fue un momento de unión y de reflexión, en el que se demostró que su memoria sigue viva en los corazones de todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerlos.
La tragedia del Cerro Ventana en 2002 dejó una profunda huella en la comunidad del Comahue, no obstante también nos enseñó la importancia de unirnos en momentos difíciles y de valorar cada día que tenemos. Este homenaje es una muestra de que, a pesar del dolor y la pérdida, siempre hay espacio para la esperanza y la solidaridad.
El CRUB de la Universidad Nacional del Comahue y la Escuela Primaria N.º 329 han demostrado que la memoria de estos nueve estudiantes seguirá viva a través de acciones concretas y de la unión entre las instituciones educativas. Que su legado nos inspire a seguir adelante y a trabajar juntos por un futuro mejor para todos.