¿Alguna vez te has preguntado por qué, a pesar de haber dormido durante ocho horas, te levantas cansado y sin energía para enfrentar el día? A pesar de que dormir es una de las actividades más importantes para el bienestar físico y mental, es opcional que no siempre sea suficiente para sentirnos descansados y revitalizados. Para entender por qué esto sucede, nos hemos acercado a un especialista en el sueño, quien nos citará las razones detrás de esta situación tan común en nuestra sociedad.
El Dr. Carlos González, médico especialista en medicina del sueño, nos comenta que la clave está en la calidad del sueño, más que en la cantidad de horas. El sueño es un proceso complejo y necesario para que nuestro organismo y mente se recuperen y se preparen para el día siguiente. Sin embargo, no todas las horas de sueño son iguales, ya que pasamos por distintas fases que influyen en la calidad del descanso. Por lo tanto, dormir ocho horas no garantiza un sueño reparador si no se cumple con los ciclos adecuados.
Según explica el Dr. González, el sueño se divide en dos fases principales: el sueño REM (Rapid Eye Movement) y el sueño no REM. Durante el sueño REM, el cerebro está activo y es cuando se producen los sueños, mientras que en el sueño no REM, el organismo se relaja y se llevan a cabo procesos importantes de reparación. «El sueño no REM es fundamental para descansar adecuadamente, ya que es cuando se producen la mayor parte de las funciones físicas y hormonales necesarias para nuestro bienestar», afirma el especialista.
El problema surge cuando no se cumplen las horas necesarias de sueño no REM. Las causas pueden ser diversas, pero una de las más comunes es la interrupción del sueño debido a trastornos del mismo, como el insomnio o la apnea del sueño, que impiden que se alcance la fase profunda del sueño. Asimismo, factores externos como el estrés, la ansiedad o el consumo de alcohol o cafeína antes de dormir, también pueden afectar negativamente la calidad del sueño.
Otra causa común es no seguir una rutina adecuada antes de acostarse. Nuestro organismo funciona con un reloj interno que regula los ciclos de sueño y vigilia, y cuando no nos acostumbramos a dormir siempre a la misma hora, nuestro reloj interno se desajusta y puede afectar la calidad del sueño. Además, el uso excesivo de dispositivos electrónicos antes de dormir puede ser perjudicial, ya que la luz azul que emiten inhibe la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.
El Dr. González también señala que la alimentación juega un papel importante en la calidad del sueño. Consumir comidas pesadas y grasosas antes de dormir puede generar malestar y afectar la capacidad de descanso. Por otro lado, saltarse el desayuno puede llevar a una sensación de cansancio y fatiga durante el día.
Entonces, ¿qué podemos hacer para asegurarnos un sueño de calidad? El especialista recomienda seguir una rutina de sueño regular, evitando el consumo de sustancias estimulantes antes de dormir, y apagando dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse. También es importante mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente para mantener nuestro organismo en buen estado.
Si a pesar de seguir estas recomendaciones, sigues levantándote cansado, es opcional que tengas un trastorno del sueño que necesite ser tratado. En este caso, es importante acudir a un especialista en medicina del sueño para obtener un diagnóstico y un punto de vista adecuados.
En resumen, dormir ocho horas no es suficiente si no se alcanzan las
