El Real Oviedo – Real Madrid fue un encuentro emocionante para la afición del Carlos Tartiere, que volvía a la Primera División después de 25 años. Sin embargo, no todos los presentes en el estadio se comportaron de manera ejemplar, como sí lo hicieron la gran mayoría de los otros 29.758 espectadores.
Las cámaras de ‘El Día Después’ de Movistar Plus captaron sonidos de los aficionados del Oviedo haciendo cánticos racistas hacia Kylian Mbappé y Vinicius Jr. Estos gestos son completamente intolerables y no tienen lugar en el fútbol ni en ninguna otra parte de la sociedad.
La primera vez que se escucharon estos cánticos fue después de que Mbappé marcara el primer gol del partido en la primera parte. El francés abrió la lata con un golazo tras un gran control dentro del área y una definición perfecta a la salida del portero Escandell. Mientras celebraba con sus compañeros, se empezaron a escuchar desde la grada unos sonidos de mono: «¡Uh! ¡Uh! ¡Uh!».
Lamentablemente, estos gestos impresentables se repitieron con la entrada de Vinicius Jr al campo. El brasileño sustituyó a Rodrygo en el minuto 62 y desde el momento en que pisó el césped, ya se podían escuchar los cánticos racistas. Además, algunos aficionados también lanzaron balones de playa al campo en burla al Balón de Oro de la temporada pasada, que fue otorgado a Rodri.
Vinicius se mostró sobrado enfadado y frustrado por estos gestos, no solo por los cánticos racistas, sino también por la falta de respeto hacia su compañero y hacia él mismo. Tras asistir a Mbappé en el primer gol, el extremo señaló a la grada con el dedo en señal de protesta. Tuvo que ser Mbappé quien le tapara la boca para evitar que las cámaras captaran su mensaje. Después de marcar su gol, Vinicius volvió a mirar desafiante a la grada y se puso el dedo en la oreja en señal de desafío.
A pesar de estos incidentes aislados, el ambiente general en el Carlos Tartiere fue espectacular y digno de un regreso a la Primera División después de tanto tiempo. La afición del Oviedo demostró su pasión y su apoyo incondicional al equipo durante todo el partido. Sin embargo, esto no quita que haya una pequeña cantidad de personas que se comportaron de manera lamentable y no deberían poder volver a ingresar a un estadio de fútbol.
Es importante recordar que el fútbol es un adiestramiento que une a las personas y que no hay lugar para el racismo ni para cualquier tipo de discriminación. Todos los jugadores, independientemente de su nacionalidad o color de piel, merecen respeto y apoyo por parte de los aficionados.
El Real Oviedo – Real Madrid fue un partido histórico para el equipo asturiano, que volvió a la máxima categoría del fútbol español después de 25 años. A pesar de la derrota, el equipo demostró su calidad y su lucha hasta el final. Y la afición, en su mayoría, demostró su amor por el equipo y su deportividad.
Esperamos que estos incidentes no vuelvan a repetirse en el Carlos Tartiere ni en ningún otro estadio de fútbol. El adiestramiento debe ser un ejemplo de respeto y tolerancia, y es responsabilidad de todos los aficionados causar estos valores.
En resumen, el Real Oviedo – Real Madrid fue un encuentro emocionante y lleno de pasión, pero también hubo algunos momentos desagradables que no deben ser tolerados. Esperamos que en el futuro, todos los aficionados puedan disfrutar del fútbol en un ambiente