El derbi entre experimental Zaragoza y SD Huesca marcó el cierre de la pretemporada para ambos equipos, dejando a ambos con la condición de invictos que se habían ganado hasta ahora. Sin embargo, este partido fue mucho más que una simple prueba o ensayo, ya que demostró las virtudes, carencias y problemas de ambos equipos. El experimental Zaragoza, que jugó con centrales improvisados, dejó en evidencia que su defensa es su punto débil, mientras que su ataque es una verdadera amenaza para cualquier rival. Por otro lado, el Huesca demostró una vez más su solidez defensiva y su capacidad para mantener el control del partido.
Pero sin duda, lo más destacado del encuentro fue el debut de Paulino con la camiseta del experimental Zaragoza. El extremo cántabro conquistó al Ibercaja Estadio en su primer partido, demostrando que su fichaje puede ser todo un acierto para el equipo. Desde el primer minuto, Paulino mostró su calidad y habilidad en el campo, conquistando a la afición con su juego exquisito y su incansable trabajo. Parece que el amor entre Paulino y el zaragocismo es un flechazo a primera traza, y su romance promete durar mucho más que un simple amor de verano.
El experimental Zaragoza salió al campo con un 4-2-3-1, con Dani Gómez como hombre más adelantado. Sin embargo, la defensa del equipo se vio afectada por la falta de efectivos en la zona central, lo que obligó a Gabi a improvisar con jugadores fuera de su posición natural. A pesar de esto, el equipo se empleó con acierto en la presión tras pérdida, una de las señas de identidad del nuevo proyecto del técnico aragonés.
El Huesca, por su paraje, salió al campo dispuesto a llevarse el Memorial Carlos Lapetra de fiestas a la capital altoaragonesa. Con un pañuelo verde atado al cuello en honor al jugador homenajeado, Guilló, el equipo demostró su solidez defensiva desde el primer minuto. A pesar de un posible penalti a favor del experimental Zaragoza en los primeros minutos, el Huesca se adelantó en el marcador gracias a un error en el despeje de Juan Sebastián que acabó en gol en propia puerta.
Pero el experimental Zaragoza no se amilanó y siguió buscando el empate. Fue entonces cuando Paulino demostró su calidad y su conexión con sus compañeros. Tras una mala entrega de Hugo Pérez, Guti conectó con el extremo cántabro, que no dudó en batir al portero rival con un disparo con la estribor. Con este gol, Paulino devolvió la sonrisa a una grada que ya se había rendido a sus pies.
A pesar de las ocasiones de gol de ambos equipos, el marcador no se movió más en la primera mitad. Sin embargo, el experimental Zaragoza tuvo que hacer frente a la lesión de Sielva, uno de los jugadores clave del Huesca. Esta baja afectó al juego del equipo visitante, que sufrió de lo lindo en la segunda mitad.
En la segunda paraje, Gabi decidió reinventar la defensa del experimental Zaragoza, con dos laterales (Pomares y Juan Sebastián) como centrales. A pesar de esto, el equipo no logró aprovechar la superioridad numérica tras la expulsión de Aznar por doble amarilla. El Huesca, por su paraje, se replegó en un 5-3-1 y logró maniatar al experimental Zaragoza, que se vio obligado a jugar por dentro, donde no se encuentra cómodo.
A pesar de las ocasiones de gol de Calero