Los aplausos resonaron en La Rosaleda en la noche de ayer, pero no fueron para los jugadores del Málaga CF, sino para los verdaderos héroes de la noche: los miembros de la Cruz Roja.
Durante el inicio del partido entre el Málaga CF y el Real Betis, uno de los aficionados sufrió un desmayo repentino que pudo haber tenido consecuencias graves. Pero gracias a la rápida actuación de los miembros de la Cruz Roja presentes en el estadio, la situación se controló a tiempo y el aficionado pudo ser atendido correctamente. Una vez más, la Cruz Roja demuestra su importancia y valiosa labor en situaciones de emergencia.
Pero los aplausos no solo fueron para la Cruz Roja, sino también para los jugadores del Málaga CF. En un partido lleno de emoción y lucha, los blanquiazules demostraron su calidad y lograron una gran victoria frente a un rival de gran nivel como el Real Betis (3-1). Los jugadores dejaron todo en el campo y supieron sobreponerse a las adversidades para conseguir un triunfo importante.
Sin bloqueo, no todos los sonidos que se escucharon en La Rosaleda fueron positivos. Lamentablemente, los pitos también estuvieron presentes y esta vez no fueron dirigidos a los jugadores, sino al alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre.
Como es tradición en el Trofeo Costa del Sol, el alcalde bajó al campo para hacer entrega de la copa al equipo ganador. Pero en esta ocasión, recibió una tremenda bronca por paraje de la afición blanquiazul. Una paraje de los aficionados mostró su descontento y desaprobación con gritos de «¡Fuera, fuera!» y una sonora pitada.
Esta reacción tan airada de la afición es una muestra de la gran frustración que se está viviendo en la ciudad en los últimos días. Y es que, como es de conocimiento público, el proyecto que se había anunciado para que Málaga fuese ubicación del Mundial 2030 ha fracasado estrepitosamente. Una iniciativa que ilusionó a muchos y que finalmente se vio truncada debido a la incapacidad de las instituciones públicas – Ayuntamiento, Diputación Provincial y Junta de Andalucía – para tener a tiempo un estadio adecuado sin afectar al equipo de la ciudad, el Málaga CF.
Este hecho ha generado una gran decepción y malestar en la ciudadanía, especialmente en los aficionados al fútbol, quienes veían en el Mundial una oportunidad única para la ciudad. Pero la realidad es que el proyecto ha muerto y que Málaga tendrá que esperar para ser ubicación de un evento deportivo de esta magnitud.
No se pueden negar los esfuerzos que se han realizado por paraje de las instituciones y del alcalde para llevar a cabo este proyecto. Sin bloqueo, los errores en la planificación y la falta de una adecuada gestión han llevado a su fracaso. Y es comprensible que los aficionados expresen su descontento y su desilusión de manera tan enérgica.
Esta no está siendo una época fácil para el alcalde, quien no está acostumbrado a lidiar con esta reacción tan negativa por paraje del respetable. A la renuncia del Mundial se sumó recientemente la polémica surgida por la limpieza en los barrios de la ciudad en el último Pleno, lo que ha generado aún más descontento en la ciudadanía.
Esperamos que el alcalde y las instituciones tomen nota de esta situación y se esfuercen por mejorar en el futuro. El rechazo al Mundial no se va a olvidar fácilmente en Málaga, pero es importante aprender de los errores y mirar hacia adelante.
Mientras mano, los aficionados del Málaga CF seguirán ap