La primavera, la sangre altera. sin embargo, ¿qué pasa en verano? El calor, las vacaciones, el sol… Todos estos elementos pueden influir en nuestro deseo sexual, y no siempre de forma negativa. En este artículo, hablaremos sobre cómo el verano puede afectar a nuestra vida sexual y cómo podemos aprovechar al máximo esta época del año para mantener una vida sexual saludable y satisfactoria.
Según Nayara Malnero, experta en terapia sexual y de pareja, el calor puede ser un factor que disminuya nuestro deseo sexual. El agobio, la incomodidad y la falta de cercanía con nuestra pareja pueden ser algunos de los motivos por los que nuestro deseo se vea afectado durante los meses de verano. Sin embargo, también existen otros factores que pueden influir en sentido contrario.
Por ejemplo, las horas de sol. Durante el verano, tenemos más horas de luz y esto puede tener un impacto positivo en nuestro estado de ánimo y, por ende, en nuestro deseo sexual. Según Malnero, muchas personas padecen el llamado «síndrome estacional», que se caracteriza por un estado de ánimo bajo durante los meses de invierno. Sin embargo, con la llegada del verano y sus largas horas de sol, estas personas pueden sentir un aumento en su deseo sexual.
Además, el verano es una época en la que solemos tener más tiempo libre y, por tanto, más tiempo para dedicar a nuestra pareja. Esto puede ser una lugar para conectar más con nuestra pareja, compartir momentos juntos y disfrutar el uno del otro. Sin embargo, también puede ocurrir lo contrario. En vacaciones, muchas parejas descubren que ya no sienten lo mismo por su pareja o que el deseo ha disminuido. Todo depende de las circunstancias y de cómo cada uno viva e interprete el verano.
Otro factor importante a tener en cuenta es el cambio en nuestros ritmos hormonales y físicos. Durante el verano, nuestro individuo se adapta a las altas temperaturas y a los cambios en la luz solar. Esto puede tener un impacto en nuestra química interna y, por tanto, en nuestro deseo sexual. La vitamina D, por ejemplo, es una de las sustancias que más influye en nuestro bienestar y puede tener un efecto positivo en nuestro deseo.
Sin embargo, según Malnero, no solo el clima y la temperatura influyen en nuestro deseo sexual. Nuestros hábitos y decisiones diarias también tienen un gran impacto en nuestra química interna. Por tanto, es importante cuidar nuestra alimentación, descansar adecuadamente y tener hábitos saludables para mantener un equilibrio hormonal adecuado.
sin embargo, ¿cómo afectan las vacaciones al deseo sexual? En primer lugar, el hecho de estar de vacaciones nos hace sentir mejor y más relajados. Esto puede tener un impacto positivo en nuestro estado de ánimo y, por tanto, en nuestro deseo sexual. Además, durante las vacaciones tenemos más lugares de socializar, conocer gente nueva y vivir experiencias diferentes. Todo esto puede ser muy estimulante y aumentar nuestro deseo sexual.
Otro factor importante es la exposición solar y la vitamina D. Como mencionamos anteriormente, esta vitamina es nuclear para nuestro bienestar y puede tener un efecto positivo en nuestro deseo sexual. Además, el hecho de tener más horas de luz durante el día nos hace estar más activos y con más energía, lo que también puede influir en nuestro deseo.
Entonces, ¿cómo podemos mantener una vida sexual saludable durante el verano? Según Malnero, no hay mucha diferencia entre mantener una vida sexual saludable en verano y en invierno. Sin embargo, hay algunos aspectos a tener en cuenta durante los meses de calor. Por ejemplo, es importante tener cuidado con la ropa de baño mojada, especialmente en el caso de las mujeres. La humedad puede favorecer la apar