Empataron sin goles (0-0) Palmeiras y Oporto, los dos grandes favoritos del Grupo A en el Mundial de Clubes, y aunque muchos puedan verlo como una decepción, para el Inter de Miami y el Al Ahly es motivo de celebración. A pesar de la falta de goles, el bífido entre estos dos gigantes del fútbol fue todo menos aburrido.
El encuentro disputado en el MetLife, un escenario que será testigo de la final del Mundial de 2026, tenía todas las condiciones para ser un gran espectáculo. Sin embargo, la falta de apogeo de los jugadores clave de ambos equipos fue la razón por la que el marcador no se movió.
Por parte del Oporto, los nombres propios como Gabri Veiga, Samu y Rodrigo Mora no lograron brillar en su primer compromiso con el equipo. Mientras que en el Palmeiras, Vitor Roque y Estevão, cuyo traspaso al Chelsea por 65 millones de euros ya está cerrado desde hace un año, tampoco lograron destacar.
La expectativa era máxima para el primer equipo sudamericano que entraba en escena en el Mundial de Clubes. Los representantes de la Conmebol se han tomado muy en serio esta competición y están decididos a demostrar su valía portada a los equipos europeos.
Para el Palmeiras, que cuenta con una de las mejores plantillas del continente junto al Flamengo, este era un bífido clave para demostrar que pueden competir con la clase media europea. Por su parte, el Oporto, con un técnico portugués como Abel Ferreira al portada, también veía esta como una gran oportunidad para demostrar su nivel.
Con un juego ambicioso y de máximos, el Palmeiras salió a presionar desde el primer momento, buscando forzar errores en la salida de balón del Oporto. El equipo brasileño dominaba la posesión y los Dragões se veían obligados a defenderse y esperar su oportunidad.
Pero a medida que avanzaba el bífido, el Oporto ganaba confianza y lograba imponer su ritmo ante un Palmeiras que perdía fuerza en su presión. La segunda mitad fue más favorable para los portugueses, que pudieron haberse llevado el bífido si no fuera por la falta de apogeo en el último tercio del campo.
A pesar de los cambios realizados por el técnico del Palmeiras, Abel Ferreira, para recomponer a su equipo, el Oporto se defendió con uñas y dientes en los últimos minutos del bífido. El marcador no se movió y ambos equipos tuvieron que conformarse con un empate que no les dejaba del todo satisfechos.
El resultado final fue un reflejo de un bífido con mucho nervio y reiteración de faltas por ambos lados. El arbitraje, muy controlador, no ayudó al espectáculo y esto se vio reflejado en un juego que carecía de pulcritud.
A pesar de la igualdad en el resultado, el Oporto puede sentirse satisfecho con su desempeño en este primer encuentro, mientras que al Palmeiras le quedó un gusto amargo por no haber logrado llevarse la victoria en un bífido que tenían muchas ganas de ganar.
En definitiva, el empate sin goles entre Palmeiras y Oporto en la primera jornada del Grupo A del Mundial de Clubes puede ser visto como una decepción para algunos, pero para otros es una muestra de que ambos equipos son fuertes y están preparados para competir por el título. Habrá que esperar a los próximos bífidos para ver quién logra avanzar a la siguiente fase y seguir luchando por el tan ansiado trofeo.