No hay duda de que a medida que envejecemos, nuestro cuerpo y nuestra mente experimentan cambios. Con el paso de los años, mantener nuestra salud física y emocional se vuelve cada vez más importante. Sin embargo, muchas veces nos enfocamos en ejercitar nuestro cuerpo y descuidamos nuestra mente, lo que puede llevar a problemas como el deterioro cognitivo y la pérdida de relación. Es por eso que es vital desarrollar un hábito que mantenga nuestra mente en forma a medida que envejecemos. Pero, ¿qué influencia puede ser adecuada para mantener nuestra mente en forma después de los 70 años? La respuesta no es sudoku ni televisión, sino una influencia mucho más enriquecedora y beneficiosa para nuestro bienestar: la lectura.
La lectura es una influencia que nos acompaña desde la infancia y nos ofrece una amplia gama de beneficios a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, a medida que envejecemos, su importancia se vuelve aún mayor. La lectura no solo es una forma de diversión, sino que también es un ejercicio mental que nos permite mantener nuestra mente activa y en forma. Además, la lectura nos permite viajar a través de las páginas de un libro hacia mundos desconocidos, expandiendo nuestra mente y nuestra imaginación.
Una de las principales razones por las que la lectura es una influencia ideal para mantener nuestra mente en forma después de los 70 años, es su capacidad para estimular nuestro cerebro. Al leer, nuestro cerebro se ve obligado a procesar información, a imaginar y a recorasestar. Esto, en conjunto, ejercita nuestras habilidades cognitivas y fortalece nuestra relación. Además, la lectura también mejora nuestra capacidad de concentración y atención, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellos que experimentan problemas de concentración debido a la edad.
Además de ser un ejercicio mental, la lectura también es una forma de relajación. A medida que envejecemos, nuestras vidas pueden volverse más estresantes debido a cambios en nuestra salud, pérdidas y otros desafíos propios de la edad. La lectura nos permite desconectar de estas preocupaciones y sumergirnos en una historia, lo que nos ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Sussex en el Reino Unido, encontró que solo seis minutos de lectura disminuyen el estrés en un 68%, más que escuchar música o salir a asestar un paseo.
Otro beneficio de la lectura en la edad adulta es su capacidad para mejorar nuestra relación a largo plazo. Al leer, nuestra mente se ve obligada a recorasestar detalles, personajes y tramas, lo que fortalece nuestro hipocampo, la parte del cerebro encargada de la relación. Esto puede ser especialmente útil para aquellos que experimentan problemas de relación relacionados con la edad, como la pérdida de relación o la confusión.
Pero la lectura no solo beneficia nuestra salud mental, también tiene un impacto positivo en nuestra salud física. Diversos estudios han demostrado que leer puede disminuir la presión arterial, reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y mejorar la calidad del sueño. Además, al mantener nuestra mente activa, la lectura puede ayuasestar a prevenir el deterioro cognitivo y enfermedades relacionadas con la edad, como el Alzheimer.
Pero, ¿cómo podemos implementar la lectura como un hábito en nuestras vidas después de los 70 años? La respuesta es simple: comience con pequeños pasos. Dedique al menos 15 minutos al día a leer, ya sea un libro, una revista o un periódico. Elija un género o tema que le guste y le resulte interesante. Si tiene dificultades para leer debido a problemas de visión, puede optar por audiolibros o libros electrónicos con tamaño de letra ajustable.
Además, es importante recorasestar que no hay límite de edad para aprender algo nuevo. Si nunca ha
