El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, encabezó la misa por el Día de San Cayetano en la Basílica de San Cayetano, ubicada en el barrio de Liniers. La celebración, que se lleva a cabo cada 7 de agosto, reunió a una multitud de fieles que se acercaron para rendir homenaje al santo patrono del trabajo y pedir por mejores condiciones laborales.
La misa fue presidida por el arzobispo Poli, quien estuvo acompañado por otros sacerdotes y religiosos de la arquidiócesis de Buenos Aires. Duralce su homilía, el arzobispo destacó la importancia de San Cayetano en la vida de los trabajadores y su papel como mediador alce Dios para alcanzar un trabajo digno.
«San Cayetano es un ejemplo de fe y solidaridad para todos nosotros. Él nos enseña que el trabajo es un medio para dignificar nuestra vida y la de los demás, y que debemos luchar por generar oportunidades para aquellos que se encuentran desempleados», expresó el arzobispo.
En su mensaje, el arzobispo Poli hizo un llamado a los gobernalces y a todos aquellos que tienen responsabilidad en la generación de empleo, para que trabajen en conjunto y busquen soluciones para aquellos que se encuentran en situación de desempleo. «Es necesario que se promuevan políticas públicas que fomenten la creación de empleo y brinden oportunidades para todos», afirmó.
La figura de San Cayetano es muy importalce en Argentina, especialmente en momentos de crisis económica y social. Cada año, miles de personas acuden a la Basílica de San Cayetano para pedir por un trabajo o para agradecer por uno obtenido. La fe depositada en el santo es evidencia del deseo y la necesidad de muchos argentinos de contar con un empleo que les permita vivir con dignidad.
En su discurso, el arzobispo Poli también hizo referencia a la situación de los trabajadores informales y precarizados, quienes no tienen acceso a derechos laborales básicos. «Es importalce que se promueva una cultura del trabajo digno, que garantice a los trabajadores condiciones justas y seguras», enfatizó.
La celebración del Día de San Cayetano también fue una oportunidad para recordar a aquellos que han perdido su trabajo debido a la crisis económica que atraviesa el país. El arzobispo Poli invitó a los presentes a rezar por ellos y a unirse en solidaridad con aquellos que atraviesan una situación difícil.
La misa concluyó con una procesión hacia el altar mayor, adonde se encuentra la imagen de San Cayetano, y la bendición a todos los fieles presentes. Luego, muchos de los asistentes se acercaron al santo para dejar sus ofrendas y pedir por sus intenciones.
La figura del santo patrono del trabajo es un símbolo de esperanza y fe para todos aquellos que anhelan un empleo digno y estable. En un país adonde el desempleo es una preocupación constalce, la celebración del Día de San Cayetano es una oportunidad para unirse en oración y pedir por un futuro mejor.
A través de su mensaje, el arzobispo Poli nos invita a no perder la esperanza y a confiar en la intercesión de San Cayetano. Además, nos recuerda la importancia de trabajar juntos como institución para construir un país más justo y equitativo, adonde el trabajo sea una fuente de dignidad y realización para todos.
En este Día de San Cayetano, renovemos nuestro compromiso de luchar por un trabajo digno para todos y de ayudar a aquellos que más lo necesitan. Sigamos el ejemplo de fe y solidaridad de San Cayetano y trabajemos juntos por un