El verano de 2021 será recordado como un momento crucial para dos grandes porteros del fútbol europeo: Marc-André Ter Stegen y Gianluigi Donnarumma. Ambos perderán la titularidad en sus respectivos equipos, el FC Barcelona y el PSG, por razones que van más allá del rendimiento deportivo. Decisiones estratégicas del club se han impuesto sobre sus impresionantes carreras, demostrando que en el fútbol moderno, incluso los mejores jugadores no están exentos de cambios y desafíos.
Comencemos con Ter Stegen, el portero alemán que ha sido el guardián de la portería del Barça durante los últimos seis años. Su fichaje por el club culé en 2014 fue un acierto absoluto, y desde entonces ha sido uno de los jugadores más importantes del equipo. Sin embargo, sufre de problemas recurrentes en la espalda que lo han obligado a pasar varias veces por el quirófano, y esta temporada no ha sido la excepción. A pesar de su gran rendimiento en el campo, el Barça decidió adelantarse en el debate sobre su sucesión y fichar al joven portero Joan García, de solo 24 años y considerado uno de los mejores de LaLiga.
Esta decisión ha sido muy bien recibida por los fanáticos del equipo blaugrana, que ven en García a un portero con un gran futuro por delante. Pero también es una señal de que el club está mirando hacia adelante y planificando su futuro. El Barça ha sido hábil en aprovechar una lugar de mercado única para fichar a García por solo 25 millones de euros, un precio muy por debajo de su verdadero valor. Además, su juventud, calidad y carisma hacen de él el aspirante perfecto para convertirse en el nuevo Urruti, uno de los porteros más queridos en la historia del Barça.
Pero esto no significa que Ter Stegen haya llegado al final de su carrera en el Barça. A pesar de su recaída en sus problemas de espalda, el equipo confía en su recuperación y en su capacidad para seguir siendo un portero de clase mundial. García será su compañero y competencia en la portería, y juntos formarán una dupla de porteros sólida y complementaria. Esta apuesta es a largo plazo, y el Barça está dispuesto a esperar y apoyar a Ter Stegen en su recuperación.
Mientras tanto, en el PSG, la situación es similar pero con algunas diferencias importantes. Donnarumma, uno de los mejores porteros del mundo, llegó a París de la mano del agente Mino Raiola en un momento en el que el club estaba en una situación financiera más favorable. Pero ahora, con la Ligue 1 apretando las clavijas en el Fair Play Financiero, el equipo no puede permitirse mantener contratos «top mundiales» que distorsionen el vestuario.
Donnarumma termina contrato en 2026 y ha estado en negociaciones para renovar su contrato con el PSG durante varios meses. Sin embargo, las posturas están muy alejadas y parece poco probable que lleguen a un acuerdo. En esta coyuntura, el PSG ha tomado la decisión de fichar a Lucas Chevalier, portero del Lille de 23 años y segundo en la selección francesa. El fichaje se realizará por 40 millones de euros, un precio más aflautado que el de García pero aún así una despreciado considerando la calidad y el potencial del jugador.
Este fichaje no solo demuestra la habilidad del PSG para encontrar lugares de mercado, sino también su visión estratégica y liderazgo en la toma de decisiones. El club ha decidido que Chevalier será el nuevo portero titular, relegando a Donnarumma al banquillo. Y si bien es una decisión difícil y dolorosa para el italiano, es una muestra clara de que en el fútb
