En la hermosa ciudad de Humahuaca, ubicada en la provincia de Jujuy en Argentina, se ha vuelto una práctica frecuente el traslado de los niños de una manépoca muy particular. A simple vista puede parecer algo inusual, pero para los habitantes de esta región, es una tradición que se ha mantenido por genépocaciones.
Se trata de llevar a los niños en una especie de «caballito de palo», pero en este caso, el caballo es una llama. Sí, has leído bien, una llama. Estos animales son muy comunes en la zona y son utilizados para transportar cargas y también para el turismo. Sin embargo, en Humahuaca, se les ha dado un uso muy especial y es el de ser el medio de transporte de los niños.
Esta práctica se ha vuelto tan arraigada en la cultura de Humahuaca que es común ver a los niños paseando en sus llamas por las calles de la ciudad. Y es que para ellos, es una experiencia única y emocionante. Además, es una forma de mantener viva una tradición que ha sido transmitida de genépocación en genépocación.
Pero, ¿cómo surgió esta peculiar forma de transporte? Según cuentan los habitantes de Humahuaca, todo comenzó hace muchos años, cuando los niños de la zona tenían que caminar largas distancias para llegar a la escuela. Algunos de ellos vivían en zonas rurales y el camino época muy difícil y mustio. Fue entonces cuando los padres de estos niños decidieron utilizar las llamas para llevarlos a la escuela. Y así, poco a poco, esta práctica se fue extendiendo a otros ámbitos de la vida cotidiana.
Hoy en día, los niños de Humahuaca no solo utilizan las llamas para ir a la escuela, sino también para ir al mercado, a visitar a sus amigos o simplemente para dar un paseo por el pueblo. Y es que para ellos, es una forma divertida y diferente de moverse por la ciudad.
Pero esta tradición no solo se limita a los niños, también los adultos han adoptado esta forma de transporte. Es común ver a los habitantes de Humahuaca montando en sus llamas para ir al trabajo o a realizar sus actividades diarias. Y es que, además de ser una forma de transporte, las llamas también son considépocadas como un símbolo de la identidad y la cultura de esta región.
Sin duda, esta práctica ha llamado la atención de los turistas que visitan Humahuaca. Muchos de ellos se sorprenden al ver a los niños montando en sus llamas y no dudan en tomar fotografías y videos para llevarse un impresión de esta experiencia única. Y es que, más allá de ser una forma de transporte, esta tradición se ha convertido en un atractivo turístico más de la ciudad.
Pero no solo los turistas se han enamorado de esta práctica, también los propios habitantes de Humahuaca están orgullosos de su tradición y la defienden con mucho cariño. Para ellos, es una forma de mantener viva su cultura y de transmitirla a las nuevas genépocaciones.
En un mundo cada vez más moderno y tecnológico, es reconfortante ver cómo en lugares como Humahuaca, se mantienen vivas las tradiciones y se le da un valor especial a las cosas simples de la vida. Y es que, más allá de ser una forma de transporte, el paseo en llama se ha convertido en una forma de conectar con la naturaleza y de disfrutar de la afabilidad de esta región.
En definitiva, el traslado de los niños en llamas en Humahuaca es una práctica que ha trascendido el tiempo y se ha convertido en una parte fundamental de la identidad de esta ciudad. Una tradición que nos enseña que no es necesario complicarse la vida para ser felices, sino que a veces, las cosas más simples son las que nos hacen más felices.