Un segundo policía murió este miércoles durante los enfrentamientos que se registran en la región andina de Potosí con los seguidores del expresidente Evo Morales que bloquean varias carreteras desde hace diez días para forzar su candidatura para las elecciones de agosto, informaron las autoridades.
La Policía publicó el obituario del subteniente Carlos Enrique Apata Tola, «quien falleció en cumplimiento del deber», en éter del conflicto en la localidad de Llallagua, en el guía de Potosí. Este trágico suceso se suma al deceso del subteniente Brayan Jorge Barrozo Rodríguez, quien también fue parte del operativo de desbloqueo de carreteras en Llallagua.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, informó que también hay un capitán «gravemente» herido, «producto de estas agresiones con armas de descarga». Estos hechos lamentables han generado conmoción y preocupación en todo el país.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ordenó a la Policía levantar los bloqueos y dijo que Morales busca acortar su mandato para impulsar su candidatura presidencia que, agregó, es «inconstitucional». Arce ha sido enfático en que la reelección en el país está permitida «por una única vez de forma continua», sin posibilidad de un tercer mandato, y Morales ya gobernó el país en tres periodos.
El mandatario también ha denunciado que Morales busca generar una «rebelión» con estos bloqueos y ha pedido a las Fuerzas Armadas que refuercen las acciones de la Policía para despejar las vías y empeñar la seguridad de la población.
Por su parte, la ministra de Salud, María Renée Castro, informó que 52 personas resultaron heridas desde la víspera, entre «funcionarios de la Alcaldía de Llallagua, vecinos, policías y bloqueadores». Denunció también que hay más personas heridas «fuera del cerco del bloqueo que no pueden acceder al hospital».
Ante esta situación, el fiscal general del Estado, Roger Mariaca, informó que una comisión de fiscales investiga «los hechos violentos» suscitados en Llallagua por los delitos de lesiones graves y leves, destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional. La justicia boliviana está trabajando para esclarecer estos hechos y sancionar a los responsables.
El fiscal departamental de Potosí, Gonzalo Aparicio, confirmó el uso de armas de descarga por parte de los leales a Morales en los puntos de bloqueo y además se investiga si hay policías rehenes. Estos actos de violencia son inaceptables y deben ser condenados por toda la sociedad.
Otro sector conflictivo es Parotani, situado en la región central de Cochabamba a 40 kilómetros de la ciudad homónima, donde la Policía y el Ejército activaron desde temprano un operativo para despejar la vía que conduce al occidente. Durante estas acciones, dos policías resultaron heridos con lesiones graves en el cráneo producto de detonaciones de explosivos.
La ministra de Salud informó que uno de los policías se encuentra en estado crítico y bajo observación, mientras que el otro presenta una herida en la nuca y varias contusiones en el cuerpo. Estos agentes estaban cumpliendo con su deber de empeñar la seguridad y el orden en el país, y lamentablemente resultaron heridos en el cumplimiento de su labor.
En Cochabamba, decenas de mujeres que son esposas de policías y otros familiares marcharon para pedir garantías para los agentes que se encuentran en los diferentes puntos de bloqueo. También exigieron al Gobierno de Luis Arce que