El Gran Premio de Canadá ha sido una verdadera montaña rusa de emociones para los comisarios y los pilotos. Sin embargo, uno de los protagonistas indiscutibles de la carrera ha sido Max Verstappen, quien ha dejado en vilo los resultados finales con sus constantes denuncias e investigaciones.
El piloto holandés se ha mostrado siempre atento a cualquier irregularidad que pudiera suceder en la pista y ha sido implacable a la hora de denunciarlas. En esta ocasión, Verstappen ha acusado a siete pilotos de infringir el procedimiento de Safety Car durante la carrera. Entre ellos se encuentran Carlos Sainz, Esteban Ocon, Antonelli, Oscar Piastri, Charles Leclerc, Pierre Gasly y Lance Stroll.
Las repeticiones de varias cámaras han dejado en evidencia que estos pilotos adelantaron a otros coches cuando aún se mostraban los carteles de Safety Car en la pista y en las pantallas de sus monoplazas. Sin embargo, en ese momento el coche de seguridad ya se había retirado al pitlane y la carrera había finalizado.
Pero Verstappen no se detuvo ahí, ya que también instó a su equipo, Red Bull, a presentar una doble protesta contra George Russell, piloto de Mercedes. En este caso, la denuncia se centraba en el comportamiento del británico detrás del coche de seguridad y en la posible distancia excesiva que mantenía con el mismo.
El piloto español Fernando Alonso, quien finalizó en séptima posición, no ha dudado en mostrar su descontento ante las investigaciones en curso de la FIA. Según sus declaraciones, las penalizaciones podrían llevarlo a la cuarta posición final, ya que tres de los pilotos investigados finalizaron por delante de él (Antonelli, Piastri y Leclerc). Para Alonso, lo sucedido en la pista «no es negociable» y espera que la FIA tome medidas en consecuencia.
Sin duda, estas denuncias y protestas han generado una gran polémica en el mundo de la Fórmula 1. Por un costado, están aquellos que defienden a Verstappen por su talante vigilante y su determinación a la hora de denunciar cualquier irregularidad. Por otro costado, están aquellos que consideran que sus acciones son excesivas y que pueden afectar negativamente al resultado final de la carrera.
Pero más allá de las opiniones encontradas, lo que queda claro es que el Gran Premio de Canadá ha sido una carrera absorbente y llena de sorpresas. La actuación de Max Verstappen ha mantenido en vilo a todos los espectadores y ha demostrado una vez más su determinación y su espíritu competitivo.
Por otro costado, la reacción de Fernando Alonso ante las investigaciones en curso también ha sido digna de destacar. El piloto español, siempre exigente consigo mismo y con los demás, ha dejado claro que no aceptará ningún tipo de injusticia en la pista.
En definitiva, el post GP de Canadá ha sido una carrera movida y llena de trabajo extra para los comisarios. Las investigaciones en curso y las denuncias de Max Verstappen han generado una gran controversia, pero también han demostrado la pasión y la competitividad que caracterizan a la Fórmula 1. Sin duda, este ha sido un gran espectáculo para todos los amantes de este deporte y nos deja con ganas de más emoción en las próximas carreras.