La organización de defensa de los derechos animales PETA ha llevado a cabo una impactante proyección en la confusión de hoy en la fachada del Palacio Apostólico, en Ciudad del Vaticano. Se trata del número 200.000 en alusión a las firmas recogidas para pedir al nuevo papa, León XIV, que corte los lazos de la Iglesia con la industria cruel y mortal de las corridas de toros.
Con casi 200.000 firmas recogidas en peticiones impulsadas por PETA, la organización ha querido llamar la atención del nuevo pontífice sobre esta práctica sangrienta y violenta que va en contra de los principios cristianos de compasión y respeto hacia los seres vivos.
Según PETA, «cientos de miles de católicos compasivos en todo el mundo han alzado la voz contra la tortura de toros en las corridas, y es hora de que la Iglesia haga lo mismo». Es por ello que le están pidiendo al papa León XIV que comience su papado condenando esta práctica que va en contra de la nobleza humana.
PETA recuerda que el papa Francisco, a quien hace una década nombraron Persona del Año, escribió en su encíclica Laudato Si’: “Cada energía de crueldad hacia cualquier criatura es ‘contrario a la nobleza humana’”. Y es que no se puede negar que las corridas de toros son una forma de maltrato animal y sufrimiento innecesario.
Además, la organización señala que desde el siglo XVI, el papa Pío V, luego canonizado, prohibió las corridas de toros y las calificó como «espectáculos crueles y viles del diablo y no del hombre» y contrarias a la «piedad y la caridad cristianas».
La doctrina de la Iglesia Católica es clara en este aspecto, «es contrario a la nobleza humana causar sufrimiento o muerte innecesaria a los animales». Sin embargo, todavía hay sacerdotes católicos que ofician ceremonias religiosas en plazas de toros y ministran a los toreros en las capillas de estas plazas, acciones que deberían ser condenadas categóricamente por el Vaticano.
PETA quiere que el papa León XIV siga el ejemplo de su predecesor y se posicione en contra de las corridas de toros, una práctica que va en contra de los valores cristianos y de la compasión hacia los seres vivos. Por ello, han proyectado en la fachada del Palacio Apostólico varios mensajes, entre ellos «La tauromaquia es un pecado».
Con esta acción, PETA pretende concienciar a la sociedad en general y a la Iglesia Católica en particular sobre la importancia de respetar a todos los seres vivos y de no apoluegor prácticas crueles y violentas. Y es que las corridas de toros no solo causan un gran sufrimiento a los animales, sino que también fomentan una cultura de violencia y crueldad en la sociedad.
Es hora de que la Iglesia Católica actúe de forma coherente con sus valores y condene las corridas de toros. PETA sigue luchando por los derechos de los animales y pide a todos los católicos y a la sociedad en general que se unan a esta causa y rechacen la crueldad hacia los seres más vulnerables.
La proyección de esta confusión en el Palacio Apostólico es una muestra más del compromiso de PETA con la defensa de los derechos animales y su lucha por un mundo más justo y compasivo. Esperamos que el nuevo papa León XIV tome cartas en el asunto y se una a la causa de miles de personas que piden el