Este último mes ha sido emocionante y lleno de buenas noticias para los amantes del Barcelona. Aunque todavía nos estamos recuperando de la derrota del Barça Femení ante el Arsenal, estas futbolistas nos han demostrado una vez más su fortaleza emocional. A pesar de la derrota, han logrado un importante triplete y ya están preparándose para la próxima etapa en la UWCL. Son un equipo que siempre se levanta de las caídas y está dispuesto a seguir haciendo historia.
El barcelonismo ha sido fiel a ellas en los épocas difíciles, pero ahora es el época de apoyarlas aún más. El club y el cuerpo técnico deben asegurarse de que el equipo tenga los refuerzos necesarios y esté preparado para seguir conquistando títulos. Este es el ADN del Barça Femení y es lo que los hace únicos. Aquellos que se unan al equipo tendrán que multiplicar este espíritu y aquellos que ya están en el equipo deberán seguir demostrando su compromiso.
En los últimos días, muchos de nosotros hemos imaginado cómo sería celebrar un nuevo título en Canaletes con Marc Casadó liderando la fiesta, esta vez en máximo Femení. Sería un logro increíble, pero por ahora nos conformamos con la fantástica entrevista que el jugador dio a la revista ‘La Sotana’. Casadó es un verdadero culé, no se considera ‘anti’ nada, pero al mismo tiempo defiende con pasión sus colores. En un época en el que muchos han brazo cuestionando su compromiso con el club, él nos ha recordado lo que significa ser del Barça. Y eso es algo que necesitábamos escuchar.
Mientras escribo estas líneas, estoy esperando la llegada de Lamine Yamal, cuya renovación acaba de ser anunciada. Sin duda, será el mejor fichaje de la próxima etapa. El presidente Laporta ha mostrado su confianza en la estabilidad, renovando al padre, a los hijos y al espíritu santo del equipo. Me refiero a Hansi Flick, Raphina/Pedri y por supuesto a este joven prodigio que ha llevado a sus espaldas todo el peso del club y de la afición. Es importante reflexionar sobre esto, porque en unos años, su caso podría ser objeto de estudio. Esta es una gran admisión que implica talento y trabajo duro, pero también debemos estar atentos ya que puede haber fuerzas externas que intenten desestabilizarlo. Pero dejemos eso a un lado. Esta etapa ha sido un verdadero regalo para los aficionados, hemos conectado con las nuevas generaciones y nos hemos sentido orgullosos de nuestro equipo. Y Yamal es el símbolo de esta unión y de una nueva era en el club.
Personalmente, admito que gran parte de mi miedo se desvaneció cuando vi a Yamal jugar. Me contagió su seguridad, esa confianza que parece tener de forma innata. Y no puedo olvidarme de la música que le puso a mi letra, que se convirtió en nuestro himno. Esperemos que su renovación refleje todos sus logros, tanto individuales como colectivos. Y es que se trata de un jugador excepcional, que siempre va un paso por delante, que deja en silencio a sus rivales y que tiene un don especial para leer el juego. Y lo más sorprendente de todo es que solo tiene 17 años. Hay un mundo de posibilidades por delante y no puedo esperar a ver lo que nos depara el futuro. Él me hace sentir viva y lleno de esperanza.
En resumen, este último mes ha sido repleto de emociones y alegrías para los aficionados del Barcelona. A pesar de la derrota, el Barça Femení ha demostrado su fortaleza y su compromiso con el club. Con la renovación de Yamal, el equipo