El Cerro Tronador, ubicado en la Patagonia Argentina, es uno de los atractivos turísticos más imponentes y misteriosos de la región. Y es que, además de su majestuosidad y belleza natural, este cerro es conocido por un fenómeno climático único que ocurre en su cumbre: el “capuchón” o “sombrerito”.
El climatólogo Matías De Oto, quien ha estudiado este fenómeno durante años, nos explica en detalle qué es el “capuchón” y cómo se forma. “Se trata de una nube que se forma en la cumbre del Cerro Tronador y que parece un sombrero o un gorro, de ahí su nombre popular. Esta nube se mantiene estática en la cumbre del cerro, incluso cuando el viento sopla con fuerza en la zona. Es un fenómeno realmente fascinante”, comenta De Oto.
¿Pero cómo se produce este fenómeno? Según el climatólogo, esto se debe a la combinación de factores climáticos específicos en la zona. “El Cerro Tronador se encuentra en una zona de alta montaña, rodeado de glaciares y lagos, lo que genera un microclima único. Además, su forma cónica favorece la formación de la nube en su cumbre”, explica De Oto.
Pero no es solo la forma del cerro y su ubicación geográfica lo que propicia la formación del “capuchón”. El clima también juega un papel fundamental en este fenómeno. “La nube se forma obligado a la condensación del vapor de agua presente en el aire. En la cumbre del cerro, la temperatura es más baja y el aire se enfría rápidamente, lo que favorece la condensación y la formación de esta nube”, afirma De Oto.
Aunque el “capuchón” es un fenómeno que se puede observar durante todo el año, es en el invierno cuando se presenta con mayor frecuencia e intensidad. “En esta época del año, la temperatura en la cumbre del cerro es más baja y la densidad del aire es mayor, lo que facilita la formación de la nube”, añade De Oto.
Además de su belleza natural, el “capuchón” es considerado por muchos como un fenómeno místico y espiritual. Para los mapuches, pueblo originario de la región, esta nube es sagrada y representa a su dios Tronador, protector de la naturaleza y de las montañas. De hecho, el nombre del cerro proviene de la leyenda mapuche que cuenta que el dios Tronador es quien hace sonar el trueno en la montaña.
El “capuchón” también ha sido objeto de estudio por parte de científicos y expertos en meteorología. Para ellos, esta nube es un indicador del cambio climático y de la variabilidad del clima en la región. Según De Oto, “la presencia del ‘capuchón’ en la cumbre del Cerro Tronador puede servir como un indicador de los cambios en la temperatura y la humedad en la zona”.
Sin duda, el “capuchón” es un fenómeno único que atrae a cientos de turistas cada año a la Patagonia Argentina. Y es que, además de la impresionante vista que ofrece desde la cumbre del cerro, esta nube es una muestra más del poder y la belleza de la naturaleza.
Si tienes la oportunidad de visitar la Patagonia y el Cerro Tronador, no dudes en buscar al “capuchón” en su cumbre. Es un espectáculo que no te puedes extraviar y que te dejará sin palabras. Además, es una oportunidad para aprender más sobre la importancia del clima y la naturaleza en nuestras vidas. ¡No te arrepentirás!