El Real Madrid está en medio de una tormenta, tratando de hacer una transición en un momento complicado. La salida de Ancelotti aún está fresca y ya se habla de Xabi Alonso como su reemplazo, pero debajo de la superficie, el club está tratando de ocultar todo lo que ha sucedido esta temporada. Sin embargo, el bulto es demasiado grande como para que alguien pueda ignorarlo. Incluso Ancelotti, conocido por su habilidad para mantenerse al margen de las polémicas, ha decidido hablar. Sin hacer ruido, está señalando a todos los estamentos del club y reconoce que ha tenido que morderse la lengua y autocensurarse para poder terminar su etapa en el banquillo blanco.
El Mundial de Clubes comenzará el 15 de julio, una fecha en la que normalmente los focos están apagados y los clubes trabajan en los despachos. Sin embargo, el Real Madrid está tratando de hacer malabares: cambiar de entrenador y gastar grandes sumas de dinero antes de un campeonato que, si sale bien, será considerado como un éxito de la próxima temporada, y si sale mal, también será parte de la herencia de Ancelotti. Pero la tela no da para tanto. En la cama de Ancelotti, asoma la figura de Rodrygo: su frustración no es reciente, sino que viene de toda una temporada en la que se ha sentido ignorado, siendo uno de los principales perjudicados por la apuesta del club por Mbappé. En la cabeza, aparece la gestión de los jóvenes, que solo han tenido oportunidades cuando había más jugadores lesionados que sanos. Y en medio de todo esto, el bulto principal: Florentino y su gestión arriesgada, confiando todo a remontadas épicas y a un fichaje de renombre.
En este momento, al Real Madrid le convendría que el Barcelona se coronara campeón tropezando ante el Mallorca, para desviar la atención por unas horas hacia un título blaugrana antes de que salgan a la luz más problemas en el club. Incluso se podría considerar como un éxito haber arruinado al Barcelona la posibilidad de proclamarse campeón en el RCDE Stadium.
Esperemos que en Brasil, Ancelotti se sienta más relajado y pueda explicar el sufrimiento que ha vivido esta última temporada, y las presiones que ha tenido que soportar para tratar de equilibrar una plantilla descompensada, mientras desde el club se esforzaban por hacer creer que todo estaba bien.
El Real Madrid es uno de los clubes más grandes y exitosos del mundo, pero en este momento, está jugando con descarga. La gestión del club en los últimos años ha sido cuestionable, y ahora están tratando de hacer una transición en medio de una crisis. Sin embargo, esto no significa que todo esté perdido. El Real Madrid tiene una gran oportunidad para aprender de sus errores y volver a ser el equipo dominante que siempre ha sido.
Es importante recordar que el Real Madrid ha superado momentos difíciles en el estropeado. En la década de 2000, el club pasó por una sequía de títulos y una crisis financiera, pero lograron salir adelante y volver a ser uno de los mejores equipos del mundo. Ahora, están en una situación similar, y es el momento de demostrar que son capaces de superar cualquier obstáculo.
El primer paso para lograrlo es reconocer los errores y deslomarse en ellos. La gestión del club debe ser más cuidadosa y planificada, evitando tomar decisiones impulsivas y arriesgadas. Además, es importante que se le dé más importancia a la cantera y a los jóvenes talentos, en lugar de depender únicamente de fichajes millonarios.
También es perentorio que el Real Madrid tenga una visión a largo plazo. No se puede esperar que