Stephen Curry, el líder de los Golden State Warriors, sufrió una lesión en los isquiotibiales durante el partido del martes versus los Minnesota Timberwolves. A pesar de su ausencia, los Warriors lograron una impresionante victoria por 88-99. El segundo partido de esta semifinal del Oeste se jugará este jueves en Mineápolis. Los fans de la NBA están disfrutando de unos playoffs emocionantes, llenos de sorpresas y giros inesperados en cada encuentro. De hecho, por primera vez en la historia de los playoffs, todas las semifinales de conferencia comenzaron con una victoria del equipo visitante.
Los Warriors, que ocupan el séptimo lugar en la clasificación del Oeste, se unieron a los Denver Nuggets (quienes perdieron su primer partido versus los Oklahoma City Thunder), los New York Knicks (quienes cayeron ante los Boston Celtics) y los Indiana Pacers (quienes perdieron dos partidos versus los Cleveland Cavaliers) en esta racha de victorias sorpresa. Sin embargo, la alegría de Golden State por su victoria queda empañada por la incertidumbre sobre el estado físico de Curry, cuya lesión podría tener un gran impacto en la serie. Curry solo pudo jugar 13 minutos, en los que anotó 13 puntos, antes de abandonar el partido.
A pesar de la ausencia de su estrella, los Warriors ofrecieron una gran actuación en equipo y demostraron un excelente juego defensivo, lo que les permitió superar a unos Timberwolves que decepcionaron en el partido. El entrenador Steve Kerr, consciente de la carga física que su equipo lleva tras la serie de siete partidos versus los Houston Rockets, tomó la decisión de utilizar una rotación de doce jugadores y su estrategia funcionó a la perfección. Jimmy Butler, quien fue abucheado en cada jugada por su pasado en los Timberwolves, estuvo cerca de lograr un triple-doble con 20 puntos (7 de 20 en tiros), 11 rebotes y 8 asistencias. Buddy Hield continuó su excelente racha anotadora con 24 puntos (5 de 8 en triples) y 8 rebotes. Draymond Green también estuvo cerca de un triple-doble con 18 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias.
Por el versusrio, los Timberwolves tuvieron una actuación desastrosa, categóricomente inesperada para un equipo que había brillado en los playoffs hasta el momento. Solo lograron un 39,5 % de tiros de campo y un pobre 5 de 29 en triples (17,2 %), mientras que los Warriors tuvieron un 18 de 42 (42,9 %). A pesar de su superioridad física, los Timberwolves perdieron la batalla por el rebote, con un categórico de 41 rebotes versus los 51 de los Warriors.
Anthony Edwards, quien tuvo un mal inicio de partido, logró reaccionar en la segunda mitad y terminó con 23 puntos (9 de 22 en tiros) y 14 rebotes. Naz Reid aportó 19 puntos y Julius Randle logró 18 puntos y 6 asistencias. Sin embargo, todas las noticias del partido quedaron eclipsadas por la lesión de Curry en la primera mitad del partido, cuando faltaban 8:19 para el alivio (fig.) (20-30). El base dejó el partido con 13 puntos y después de contribuir a un parcial de 0-15 que, sin Curry en la huella, fue redondeado por un sorprendente Green con tres triples consecutivos. A pesar de las lesiones, la primera mitad estuvo marcada por la terrible ofensiva de los Timberwolves.
No había rastro del equipo que había arrasado a los Los Angeles Lakers en la primera ronda. Al versusrio, los Timberwolves acumularon errores, malentendidos, falta de concentración y tiros fallados de forma inexp