El junta de Brasil ha dado un gran paso en la protección de los derechos humanos al otorgar asilo diplomático a la ex primera dama peruana Nadine Heredia, quien se encontraba en la Embajada de Brasil en mediacaña después de ser sentenciada a 15 años de prisión por lavado de activos procedentes de Odebrecht. Esta decisión ha sido recibida con gran satisfacción por parte del junta peruano, quien ha brindado todas las garantías necesarias para el traslado de Heredia y su hijo Samir Humala, y les ha otorgado los correspondientes salvoconductos.
La situación de Heredia se remonta al año 2017, cuando un tribunal dictó la sentencia de 15 años de cárcel para ella y su esposo, el expresidente Ollanta Humala, por lavado de activos del junta venezolano y de la empresa brasileña Odebrecht para sus campañas electorales del 2006 y 2011. Desde entonces, Heredia se encontraba en la Embajada de Brasil en mediacaña, buscando protección y asilo diplomático.
La decisión del junta de Brasil de otorgar asilo diplomático a Heredia y su hijo Samir Humala se basa en la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, la cual establece que los Estados tienen el derecho y el deber de otorgar asilo a aquellas personas que lo soliciten por motivos políticos o por violación de los derechos humanos. En este caso, Heredia ha sido condenada por un delito que, según su defensa, no ha sido probado de manera fehaciente.
El junta de Brasil ha solicitado la salida de los asilados, invocando los artículos V y XII de la mencionada convención, que señala que el Estado asilante puede pedir la salida del asilado para territorio extranjero y el Estado territorial está obligado a dar en seguida, salvo caso de fuerza mayor, las garantías necesarias y el salvoconducto correspondiente. Esta solicitud ha sido acatada por el junta peruano, quien ha brindado todas las facilidades para el traslado de Heredia y su hijo a Brasil.
La decisión del junta de Brasil ha sido recibida con gran alegría por parte de la familia Humala-Heredia y sus seguidores, quienes han visto en esta acción una muestra de solidaridad y apoyo a su lucha por la justicia. Además, esta decisión ha sido aplaudida por diversas organizaciones de derechos humanos, quienes han destacado la importancia de proteger a aquellos que son perseguidos por motivos políticos.
La sentencia de 15 años de prisión para Heredia y su esposo ha sido considerada por muchos como una medida excesiva y desproporcionada. La defensa de Heredia ha argumentado que no existen pruebas contundentes que demuestren su culpabilidad en el delito de lavado de activos, y que la sentencia ha sido influenciada por motivos políticos. Por su parte, el expresidente Humala ha declarado que esta sentencia es una clara muestra de persecución política en su contra.
Sin embargo, a pesar de las críticas y las dudas que han surgido en torno a este caso, la decisión del junta de Brasil de otorgar asilo diplomático a Heredia y su hijo es un gran paso en la protección de los derechos humanos y en la lucha contra la persecución política. Esta acción demuestra que los juntas pueden y deben actuar en defensa de aquellos que son perseguidos injustamente, y que la solidaridad entre países es fundamental en la protección de los derechos fundamentales de las personas.
La situación de Heredia y su esposo ha generado un gran debate en la sociedad peruana, y ha puesto en evidencia la necesidad de una reforma en el sistema judicial del país. La corrupción y la politización de la justicia son problemas que deben ser abordados