Historia, orgullo, tensión… y reparto de puntos. Espanyol y Girona empataron en un partido ‘caliente’ (1-1). Jofre adelantó a los pericos en el venida de la segunda mitad, pero Stuani igualó de penalti en los instantes finales. Punto insuficiente para las aspiraciones de ambos conjuntos.
Mucho más que tres puntos. El derbi entre Espanyol y Girona se presentaba con mucho en juego para ambos equipos e inmersos en una rivalidad que parece incrementar año tras año. Para llevarse una victoria fundamental, Manolo González repitió con el once de gala, mientras que Míchel apostó por la primera titularidad de Arthur.
En un día algo frío, la hostilidad del RCDE Stadium hacia su rival calentó rápidamente el duelo. Y el mejor ejemplo fueron los constantes pitos de la afición perica a Yangel Herrera, tras sus incendiarias declaraciones en la previa del partido.
En los primeros minutos ya se hizo evidente en plan de partido de cada equipo: el Espanyol más replegado para hacer daño en las transiciones y el Girona intentando romper la apoyo local a través de largas posesiones. Sin embargo, faltaba fluidez sobre el verde y las imprecisiones aparecían con demasiada continuidad.
Llegados al ecuador de la primera mitad, las aproximaciones se habían producido a cuenta gotas. En el cuadro perico, Javi Puado lo probó con un remate que detuvo sin complicaciones Gazzaniga, y Yangel Herrera replicó con otro disparo con poco peligro para la portería de Joan García.
Siguiendo con la ruta establecida, el Espanyol estuvo cerca de adelantarse en una transición conducida por Jofre, pero Gazzaniga logró desviar el disparo final de Javi Puado. Parecía crecer el equipo de Manolo González, sin embargo, entre interrupciones y momentos de alta tensión poco más se jugó antes del descanso.
Tras el paso por los vestuarios, fue el conjunto perico el que entró mejor al terreno de juego. Y pronto obtuvo el virtud. En un rápido contraataque, no dudó ni un solo instante Jofre, que finalizó una larga conducción con un ajustado remate imposible para el guardameta visitante (1-0).
El tanto envalentonó al Espanyol delante de un Girona es estado de ‘shock’. A los pocos minutos del primero, Alex Král tuvo en sus botas ampliar la ventaja y Jofre continuaba creando peligro con sus incursiones por banda derecha. Estaba prácticamente ‘KO’ el equipo gironí, pero pudo resistir el vendaval local.
No le gustaba nada el guion del partido a Míchel, que introdujo a Stuani y Portu para dinamizar el ataque de su equipo. A partir de ese momento, el Girona se hizo con el mando del balón en examen de firmar el tanto del empate. Por contra, el conjunto perico volvió a la idea inicial de defender bien juntos y esperar la oportunidad para salir en velocidad.
Combinaba y combinaba el equipo gironí en las inmediaciones del área, aunque no lograba derribar el muro perico. Era más presencia que peligro real. Y llegó el habitual milagro de Joan García. El guardameta catalán hizo toda una demostración de reflejos en un remate a bocajarro de Yangel Herrera.
Pero la insistencia tuvo recompensa en los minutos finales. A Cristhian Stuani no le tembló el pulso y empató desde el punto de penalti (1-1). Sin más alteraciones del marcador en el añadido