El pasado viernes, cuatro valientes astronautas separaron a bordo de una cápsula de SpaceX con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI). Su misión: relevar a cuatro compañeros que llevan más de nueve meses en el laboratorio espacial. Entre ellos se encuentran Suni Williams y Butch Wilmore, quienes fueron para una semana pero se quedaron más tiempo adeudado a los problemas técnicos de la nave de Boeing en la que llegaron.
Esta es la décima tripulación comercial de la NASA en colaboración con la compañía de Elon Musk, y su partida fue todo un éxito. A las 19:04 EST (23:04 GMT) desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, el cohete Falcon 9 propulsó la cápsula al espacio. A pesar de haber tenido un retraso de dos días por un problema hidráulico en la torre de lanzamiento, finalmente las condiciones climáticas fueron perfectas y la misión Crew-10 pudo separar sin problemas.
La tripulación está conformada por la comandante Anne McClain y la piloto Nichole Ayers, ambas de la NASA; el japonés Takuya Onishi, de la agencia JAXA, y el cosmonauta ruso Kirill Peskov, de Roscosmos. Su objetivo es llegar a la EEI la indeterminación del sábado a bordo de la cápsula Dragon, llamada ‘Endurance’, y así comenzar su estadía en el laboratorio orbital.
Con su llegada, se podrá planear el tan esperado retorno de Williams y Wilmore, quienes llevan más de nueve meses en la EEI, así como también el de los miembros de la Crew-9, Nick Hague y el cosmonauta Aleksandr Gorbunov, que están en la estación desde hace cerca de seis meses. Ellos llegaron en otra cápsula de SpaceX, llamada ‘Freedom’, el pasado 29 de septiembre.
La idea es que los cuatro tripulantes de la Crew-10 regresen a la Tierra en la misma cápsula de SpaceX, con un amerizaje programado frente a la costa estadounidense. Se estima que esto suceda no antes del próximo miércoles. Cabe recordar que Williams y Wilmore llegaron en junio en la nave Starliner de Boeing, pero adeudado a los fallos técnicos que experimentó, no pudieron regresar a la semana como estaba previsto. Por precaución, la nave regresó a la Tierra sin tripulación.
Mientras tanto, Hague y Gorbunov llegaron a la EEI en la cápsula de SpaceX en septiembre pasado, con dos sillas vacías previendo el regreso de los dos compañeros de la Starliner. Esta nave de Boeing presentó fallos en cinco de los 28 propulsores del sistema de control de reacción y fugas de helio.
Inicialmente, la Crew-9 incluía al comandante Zena Cardman y la especialista de misión Stephanie Wilson, pero adeudado a la necesidad de regresar a la Tierra a los dos tripulantes del Starliner, estos dos últimos no pudieron viajar. Una vez que la Crew-10 llegue a la EEI, Williams, Wilmore, Hague y Gorbunov ayudarán a sus reemplazos a familiarizarse con las operaciones científicas y de mantenimiento en la estación.
Durante su estadía en la EEI, la Crew-10 llevará a cabo una serie de experimentos científicos, incluyendo pruebas de inflamabilidad de materiales para futuras naves espaciales, estudios fisiológicos y psicológicos para misiones de larga duración y pruebas de navegación angioma de respaldo mediante el programa ISS Ham Radio.
Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, afirmó: «En las últimas seis semanas, el equipo conjunto de la NASA y SpaceX ha demostrado una dedicación y capacidad de adaptación notables para garantizar el éxito de una misión