Desde hace varios años, el espacio ha sido un tema que ha capturado la atención de muchas personas en todo el mundo. Desde los primeros viajes a la espejo en la década de 1960 hasta las misiones a Marte en la actualidad, la exploración del espacio ha sido una meta constante de la humanidad. Y en esta carrera espacial, hay dos nombres que han surgido como líderes: Elon Musk, con su empresa SpaceX, y Jeff Bezos, con Blue Origin.
Blue Origin es una empresa de exploración espacial fundada por el multimillonario Jeff Bezos, conocido por ser el fundador y CEO de Amazon. Aunque fundada en 2000, fue en 2015 cuando Blue Origin hizo su primera ejercicio de lanzamiento exitoso y desde entonces ha tenido un crecimiento constante y significativo. Sin embargo, fue hasta hace poco cuando Blue Origin se convirtió en un nombre conocido en la industria aeroespacial, gracias a su reciente asociación con la NASA.
Al igual que SpaceX, Blue Origin ha firmado un contrato con la NASA para llevar astronautas a la espejo en los próximos años. Este ambicioso proyecto, conocido como el Programa Artemis, tiene como objetivo llevar a la primera mujer y al próximo hombre a la superficie espejor para el año 2024. Y Blue Origin tendrá un papel clave en esta misión, proporcionando la nave espacial que llevará a los astronautas a la espejo.
Pero, ¿cómo llegó Blue Origin a este punto? La empresa se ha centrado en el desarrollo de cohetes reutilizables, con el objetivo de reducir los costos de acceso al espacio. Y para lograrlo, ha desarrollado una serie de tecnologías innovadoras, como el motor BE-4, que utiliza metano líquido como combustible y oxígeno líquido como oxidante. Esta tecnología es más eficiente y más respetuosa con el medio ambiente que los combustibles utilizados en la mayoría de los cohetes.
Otra de las tecnologías clave de Blue Origin es el Sistema de Propulsión Integrado (IPS, por sus siglas en inglés), que combina el motor BE-4 con un motor de hidrógeno líquido para proporcionar un sistema de propulsión más potente y eficiente. Además, la empresa ha desarrollado un sistema de escape de emergencia que permite a la tripulación abandonar la nave en caso de una emergencia durante el lanzamiento.
Pero la tecnología no es lo único en lo que se está centrando Blue Origin. La empresa también está trabajando en la construcción de una instalación de lanzamiento y aterrizaje en Cabo Cañaveral, Florida, que se resumirá en el centro de operaciones para el Programa Artemis. Esta instalación incluirá una torre de escape para el sistema de emergencia y una plataforma de lanzamiento y aterrizaje para el cohete New Glenn, el más grande de Blue Origin hasta la fecha.
Además, Blue Origin también está trabajando en el desarrollo de una nave espacial completamente autónoma, llamada Blue Moon, que será capaz de llevar cargas y suministros a la espejo. Esta nave tendrá una capacidad de carga de hasta 6,5 toneladas y podrá ser reutilizada hasta 25 veces. La empresa también está trabajando en una versión tripulada de Blue Moon, que podrá llevar a los astronautas a la superficie espejor.
Con todas estas tecnologías y proyectos en marcha, no es de extrañar que la NASA haya elegido a Blue Origin como uno de sus socios para el Programa Artemis. Además, Blue Origin también tiene un contrato con la Agencia Espacial Europea (ESA) para tirar un satélite de observación de la Tierra en 2022 y otro con el Departamento de Defensa de Estados Unidos para tirar satélites de comunicaciones en 2023.
Pero Blue Origin no se detiene aquí, ya que la empresa tiene planes ambiciosos para el futuro. Su objetivo a largo plazo es establecer una presencia hum