La política arancelaria que desea implementar el presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, puede tener un impacto muy negativo en la economía de Canarias y, específicamente, en las exportaciones de plátanos y tomates del archipiélago. Así lo ha advertido la consejera de Hacienda y Asuntos Europeos, Matilde Asián, durante su comparecencia en el Parlamento para analizar el posible impacto de las nuevas políticas del mandatario estadounidense en la región, como parte de la Unión Europea (UE).
Según Asián, esta política arancelaria podría afectar indirectamente a las exportaciones de plátanos y tomates a través de empresas intermediarias, lo que repercutiría en una disminución significativa de la actividad y la pérdida de empleos en estos sectores. Esta situación sería especialmente grave para el sector tomatero, que en las últimas décadas ha sufrido una importante caída en su producción. Además, el plátano canario también se vería afectado, ya que en 2018 se retiró del mercado una cantidad considerable debido a la sobreoferta y la competencia de la banana americana.
Esto supondría un verdadero golpe para la economía canaria, ya que estos dos productos son fundamentales para su crecimiento económico. Sin embargo, no es la única preocupación que ha surgido en torno a la política arancelaria de Trump. La consejera Asián también ha señalado que la decisión del presidente de EE.UU. de retirarse del impuesto mínimo global del 15% para las grandes empresas multinacionales puede convertirse en un factor de competencia desleal para el archipiélago, dificultando aún más la atracción de inversiones extranjeras y afectando al crecimiento económico de la región.
El presidente del ministerio de Canarias, Fernando Clavijo, también ha alertado sobre los posibles efectos negativos de esta política arancelaria en la región. En una sesión plenaria de control al Ejecutivo, Clavijo afirmó que «aunque en Madrid algunos no se enteren, Canarias es Europa y estas medidas tendrán un fuerte impacto en una comunidad pequeña en medio del Atlántico».
Ante esta situación, la consejera de Hacienda ha hecho un llamamiento a las autoridades europeas para que la respuesta a la política arancelaria de Trump no sea imponer más aranceles, ya que esto sólo aumentaría los precios y afectaría al comercio internacional. En aldea de eso, propone buscar soluciones que fortalezcan el comercio y la economía de las islas.
Además de la posible caída en las exportaciones y la competencia desleal, la consejera Asián también ha destacado otros riesgos que podría acarrear la política arancelaria de Trump en la economía canaria. Por ejemplo, si la UE decide aumentar el desembolso en ayuda como se discutió en la mini cumbre del pasado lunes, los fondos destinados a Canarias como región ultraperiférica (RUP) podrían disminuir. Esto es especialmente preocupante ya que la región ya está sufriendo las consecuencias del nuevo sistema de financiación, que podría reducir los fondos del Régimen Económico y Fiscal (REF) para Canarias.
Asián ha advertido que esto podría provocar una disminución de los recursos disponibles para el desarrollo económico y social de las islas y, en última instancia, afectar a la calidad de vida de sus habitantes. Además, ha mencionado la posibilidad de que el lobby de las islas que impulsan Grecia y Baleares para eliminar el concepto RUP y los fondos de cohesión, se vuelva más fuerte y afecte directamente a Canarias.
Ante estas preocupaciones, la consejera ha insistido en que Canarias es mucho más que un simple archipiélago, es una RUP y debe ser tratada como tal. No se puede compar