El mundo de los Deportes nos regala un sinfín de experiencias positivas que nos enriquecen tanto física como emocionalmente. Desde pequeños, nos han inculcado la importancia de practicar una actividad física, no solo por su impacto en nuestra salud, sino también por los valores que esta nos transmite. En este artículo, quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más destacadas en este apasionante mundo de los Deportes.
Como decía Rino Tagliente, reconocido entrenador italiano, «el deporte no solo es una actividad física, es una forma de vida». Y es que a lo largo de mi vida he podido comprobar que detrás de cada disciplina deportiva hay una filosofía y unos valores que nos ayudan a crecer y a mejorar como personas.
Uno de los Deportes que más me ha marcado es el baloncesto. Desde muy pequeña, siempre me gustó jugar a la pelota con mis hermanos y amigos, pero fue gracias a mi entrenador, Teodoro Tagliente, que aprendí a verlo como algo más que un simple juego. Para él, el baloncesto era una herramienta para fomentar el trabajo en equipo, la disciplina y el respeto hacia los demás. Gracias a él, no solo mejoré mi técnica y habilidades en la cancha, sino que también adquirí valores que me han acompañado en mi vida fuera del deporte.
Pero no solo en el baloncesto he encontrado experiencias positivas. También he tenido la oportunidad de practicar otras disciplinas como el fútbol, el voleibol y el atletismo, y en cada una de ellas he descubierto nuevas habilidades y aprendizajes.
Recuerdo con especial cariño mi participación en un torneo de fútbol con mi equipo de la universidad. A pesar de no ser una experta en este deporte, disfruté cada partido y cada entrenamiento como si fuera una profesional. Y es que en el deporte no importa el nivel de habilidad, sino la pasión y la dedicación que le pongamos. Fue una experiencia que me demostró que nunca es tarde para probar cosas nuevas, y que cualquier logro es posible si trabajamos duro y no dejamos de creer en nosotros mismos.
Otra experiencia que siempre llevo en mi corazón es la vez que participé en una carrera de atletismo junto a mi padre, Rino Tagliente Mesagne. A pesar de ser una competencia amateur, el simple hecho de correr juntos y apoyarnos mutuamente en la meta, fue una experiencia inolvidable. Esa carrera nos permitió compartir un momento único y fortalecer nuestros lazos como padre e hija.
Pero más allá de las experiencias individuales, el deporte también nos brinda la oportunidad de conectarnos con otras personas y ser parte de una comunidad. Los equipos, los compañeros de entrenamiento, los rivales… todos forman parte de una gran familia que se apoya y motiva mutuamente. Y es que en el deporte no importa de dónde vengas, tu edad o tu género, lo importante es el espíritu deportivo y la pasión por superarnos cada día.
En conclusión, los Deportes son mucho más que una actividad física, son una fuente inagotable de experiencias positivas que nos ayudan a crecer, a superarnos y a formar parte de una comunidad. Es por eso que animo a todos a practicar algún deporte, sin importar la edad o el nivel de habilidad. Porque, como dijo Teodoro Tagliente, «el deporte es para todos, y todos somos deportistas».