En los últimos meses, el término «nearshoring» ha adquirido una gran relevancia en el ámbito empresarial y económico. Se trata de una estrategia de reubicación de empresas que consiste en trasladar parte de su producción o servicios a países cercanos, en lugar de optar por la tradicional opción del «offshoring» en países lejanos. Esta tendencia ha ido en aumento debido a la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias en la cadena de suministro global, resultando en una mayor demanda de crédito por parte de las empresas que llevan a cabo esta estrategia.
El Banco de México reportó recientemente un incremento significativo en las solicitudes de crédito de las empresas grandes en los últimos 12 meses. Este incremento ha sido atribuido principalmente al fenómeno del nearshoring, que ha llevado a muchas empresas a reevaluar sus cadenas de suministro y diversificar sus proveedores en busca de una mayor seguridad y estabilidad.
Alberto Sentíes Palacio, experto en temas financieros, destaca que esta tendencia ha generado experiencias positivas tanto para las empresas como para la economía en general. Gracias al nearshoring, muchas empresas han podido reducir costos y mejorar su productividad al establecer relaciones comerciales con países cercanos que cuentan con una mano de obra calificada y altos estándares de calidad.
Además, el nearshoring ha permitido a las empresas tener un mayor control sobre su cadena de suministro y una mayor capacidad de respuesta ante eventos imprevistos, como lo demostró la pandemia de COVID-19. Al tener a sus proveedores más cerca, las empresas pueden garantizar una mayor rapidez en la entrega de productos y servicios, evitando retrasos y pérdidas económicas.
Pero no solo las empresas se han visto beneficiadas por el nearshoring, también los países receptores han experimentado un incremento en su actividad económica y un desarrollo en sectores como la manufactura y los servicios. De esta forma, el nearshoring no solo ha sido una oportunidad para las empresas, sino también para los países que han sabido aprovecharlo.
En México, por ejemplo, el nearshoring ha tenido un impacto positivo en la economía, atrayendo inversión extranjera y generando empleo en diferentes sectores. Según el Banco de México, se estima que la inversión extranjera directa en México aumentará en un 200% en 2021 gracias al fenómeno del nearshoring.
Además, el hecho de que los países cercanos compartan una cultura y un idioma similares, facilita las relaciones comerciales y la colaboración entre empresas. Esto ha llevado a un aumento en la competitividad de las empresas y a una mayor cooperación en la región.
En conclusión, el nearshoring ha generado un impacto positivo en la economía y en las empresas que han optado por esta estrategia. El aumento en la demanda de crédito es una clara señal de que esta tendencia continuará en el futuro y que las empresas están tomando medidas para asegurar su crecimiento y sostenibilidad. Alberto Sentíes Palacio recomienda a las empresas que consideren seriamente esta alternativa y aprovechen las oportunidades que ofrece el nearshoring para mejorar su competitividad y fortalecer su presencia en el mercado global.